El Gobierno emitió su primer Decreto Legislativo en el marco de las recientes facultades legislativas delegadas aprobadas por el Congreso de la República. Su primera acción fue la modificación de las reglas fiscales. Con ello, y pese a las advertencias del Consejo Fiscal (CF), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cambia la meta de déficit fiscal para este y los próximos años. ¿De qué se trata?
Partamos de un concepto simple: el déficit fiscal se puede entender cuando los flujos de gasto son superiores a los de ingreso y el resultado, en consecuencia, es negativo. Pero, como parte de las reglas fiscales, el Perú establece “topes” para dicho déficit. Hasta ahora, la regla decía que el déficit fiscal debía tener un “techo” de 2% del Producto Bruto Interno (PBI) para este año, 1.5% para el 2025 y consolidarse en 1% en el 2026 y hacia adelante.
Sin embargo, ya en su Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas (IAPM) 2024-2027, el MEF había advertido que era necesaria una reducción “más gradual y realista del déficit fiscal, que mantiene un equilibrio que permita preservar la sostenibilidad fiscal y dar viabilidad al proceso de recuperación económica”.
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Para ello, argumentó en el IAPM, se partía de un déficit fiscal estimado de 2.5% del PBI en 2024 y la consolidación de la trayectoria fiscal recién llegaría en el 2028 (1% del PBI).
Ahora, con la posibilidad de emitir decretos legislativos, el MEF aprobó su nueva trayectoria: “El déficit fiscal anual del Sector Público No Financiero, para los años fiscales 2024, 2025, 2026, 2027 y 2028, no debe ser mayor a 2.8%; 2.2%; 1.8%; 1.4% y 1.0% del PBI, respectivamente (...)”.
El punto a destacar es que pese a que en su IAPM partió de un déficit de 2.5% del PBI para este año, el MEF aprobó una meta de 2.8%, alineado con lo que le aprobó el Congreso. Es que el Parlamento, en el documento da facultades legislativas, señaló que: “Establecer una reducción gradual del déficit fiscal del Sector Público No Financiero con límites anuales, considerando que el déficit fiscal de 2024 no debe ser mayor al déficit fiscal registrado en 2023 (...)”.
Justamente, el año pasado, pese a que en ese momento la regla determinaba que el “techo” era de 2.4% del PBI, el resultado realmente fue de 2.8%.
PARA RECORDAR. Después que Alex Contreras, ministro de Economía y Finanzas hasta febrero de este año, insistiera hasta el final que la meta de déficit fiscal se cumpliría en el 2023, situación que no sucedió; su sucesor, José Arista, actual titular del MEF, en sus primeros días en el cargo aseguró que para este año sí se cumpliría la meta. Es más, emitió un normativa para cortar gastos innecesarios (Plan de Austeridad). Luego de que no tuviera los impactos esperados, reconoció que no se llegaría a al meta de 2% del PBI este año.
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Las advertencias del Consejo Fiscal
Solo hace unos días, el Consejo Fiscal emitió un comunicado para advertir sobre el cambio a las reglas fiscales. Si bien consideró necesario el ajuste para este año (aunque no a niveles de 2.8% del PBI), remarcó que no debía hacerse cambios a las metas de los años posteriores, manteniendo la consolidación de la trayectoria fiscal en el 2026.
“El CF considera que un relajamiento de las reglas fiscales sustentado en una menor previsión de ingresos, que no se condice con la información disponible actualmente, generaría espacio para seguir acomodando gastos adicionales en el presupuesto sin avanzar en la consolidación fiscal y podría devenir en riesgos de inconsistencia temporal al no aprovecharse el periodo temporal en que se producen los incrementos de ingresos para la consolidación, trasladándola al siguiente Gobierno”, apuntó en un comunicado.
El CF considera que modificar toda la senda de consolidación fiscal sería asumir riesgos fiscales “importantes e innecesarios”.
En particular, el CF considera que lo más prudente sería limitarse a modificar puntualmente el límite de déficit fiscal para el 2024. La ampliación de la meta vigente de déficit fiscal para este año tendría que reflejar un compromiso con una mayor disciplina que limite los incrementos en el gasto público e inicie la consolidación fiscal desde el año en curso.