La pandemia del COVID-19 no solo ha impuesto nuevas reglas en el mundo laboral como modalidades en el trabajo remoto y la relación entre empleadores y trabajadores, también ha generado que estos últimos ganen un mayor poder de negociación respecto a los tiempos prepandemia, afirmó Luis Santa Cruz, consejero del Área de Práctica Laboral de Miranda & Amado.
“Desde el año pasado hemos percibido, a modo general, una mayor conflictividad laboral en el mercado y, adicionalmente, el empoderamiento de los trabajadores y los sindicatos”, enfatiza.
Aunque se podría señalar que este es un fenómeno local, en vista del contexto político que se vive, Santa Cruz explica que es una realidad que experimentan de igual forma otros países del mundo. No en vano, un estudio realizado por The Economist revela que este 2022 será ‘el año del trabajador’.
En el Perú, toda esta situación tiene un potenciador: el político. Los temas laborales han cobrado en el país una mayor relevancia política. Como se recuerda, a fines del 2021, el presidente Pedro Castillo fue parte del lanzamiento de la Escuela Nacional de Estudios Sindicales, cuya gestión estará a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).
Además, desde inicios de su mandato, el jefe de Estado ha manifestado que su Gobierno trabajará para reformar o eliminar una serie de normas laborales que percibe como excesivas o injustas.
“Lo que vemos es que hay un deseo de potenciar la capacitación y fomentar lazos entre miembros del Legislativo y del Ejecutivo con en el sector laboral, lo que contribuye a nuevas estrategias de negociación y el impulso de cambios normativos, como los que incluye la ‘Agenda 19′ y otras propuestas”, sostiene el especialista.
Agenda 19 y propuestas laborales
Hay algunos puntos en los que se está poniendo mayor énfasis, entre ellos, la limitación de los ceses colectivos y a la contratación temporal; la reducción de la jornada laboral; a la mayor protección frente a los despidos; la condonación de horas de licencia con goce compensable; la negociación por rama de actividad; incluso también hay proyectos de ley que buscan prohibir o limitar la tercerización y la intermediación.
Asimismo, se está impulsando la afiliación directa de los trabajadores a los sindicatos de rama, y está pendiente el incremento de la remuneración mínima vital (RMV).
“En términos generales, este mayor poder de negociación es una tendencia que si bien ya veníamos venir, la pandemia aceleró”, señala Santa Cruz.
Mundialmente los trabajadores se encuentran luchando por más y mejores condiciones laborales y las manifestaciones son distintas dependiendo del país, pero claramente desde el inicio de la pandemia la tensión entre trabajadores y empresas, y la búsqueda de mejores condiciones laborales, se ha incrementado.
En España, por ejemplo, se dio recientemente una reforma laboral y en Estados Unidos se observa la dificultad para retener personal y la creación de sindicatos de compañías reconocidas.