Tras más de dos años de pandemia y con la disminución de casos de COVID-19, poco a poco se ha retomado el trabajo en oficina. Sin embargo, al confirmarse el inicio de la cuarta ola de COVID-19 en el Perú, este retorno a la presencialidad involucra una serie de riesgos que es importante tomar en cuenta.
“Si bien muchos empleadores quieren que sus colaboradores trabajen de modo presencial, las costumbres adquiridas por estos durante los dos años de trabajo remoto son un factor a tomar en cuenta”, indicó Víctor Lavalle, gerente adjunto de Riesgos Laborales y Prevención de La Positiva Seguros.
“La valoración de los aspectos psicosociales de los diversos grupos será de gran importancia. Y cualquier empresa que piense en el retorno a las oficinas, deberá de generar planes específicos que tomen en cuenta las necesidades y las expectativas de sus grupos poblacionales para llevarlo a cabo de la mejor manera”, añadió.
Con la finalidad de que este retorno a las oficinas se pueda llevar a cabo de la mejor manera, sin poner en riesgo la salud ni la productividad de los colaboradores, La Positiva Seguros brinda las siguientes recomendaciones:
Medidas de prevención. La pandemia aún sigue presente entre nosotros. Por ello, es importante que las empresas sigan manteniendo medidas preventivas claras y estrictas en los espacios de trabajo que mitiguen el riesgo de contagio.
El uso de mascarilla, distanciamiento social, limpieza de superficies, ventilación y control de vacunas, resultan ser piezas clave para hacerle frente a esta problemática. Asimismo, implementar políticas que permitan la vigilancia de la salud de los trabajadores también será importante para permitir la identificación y el aislamiento temprano de cualquier caso sospechoso.
El papel del líder. Desde un punto de vista de la Salud y Seguridad en el Trabajo (SST), el éxito de cualquier iniciativa depende de la participación y compromiso de todos los integrantes de una organización.
Sin embargo, en un proceso de retorno, las acciones del líder ponen de manifiesto las políticas y cultura de la empresa, y es esencial que tenga un desempeño ejemplar en lo que respecta a los parámetros preventivos y de cuidado respecto a sus equipos de trabajo.
Poblaciones vulnerables. Así como se ha aplicado en las oficinas, ahora, con el retorno, es necesario que las organizaciones extiendan también su esfuerzo en gestionar el ambiente de control de la salud y seguridad en el trabajo hacia los espacios de trabajo remoto. Ello, tomando en cuenta que podría haber colaboradores que pertenezcan a los grupos de alta vulnerabilidad frente al COVID-19, los cuales no podrán regresar con la misma facilidad que otros al trabajo presencial.
Para ellos, se recomienda que las empresas entreguen una guía con aspectos generales sobre cómo gestionar estas prácticas preventivas desde sus domicilios y los asesoren en adecuar su ambiente de trabajo a los parámetros de seguridad y salud.