Con la posible vuelta a las oficinas en el 2022 habrá un proceso de adaptación de los empleados y los empleadores, el cual implicará un cambio en el uso y diseño de los ambientes laborales. Sandro Vidal, gerente de Investigación en Colliers Internacional, habló con Gestion.pe sobre el tema.
Menor percepción de propiedad
Según Vidal, la tendencia que se va a observar a nivel mercado es la del trabajo híbrido (remoto y presencial) y, cone ello, se verán cambios respecto a las estructuras de las oficinas. En ese sentido, espacios que pueden rotarse (es decir, por ejemplo, una persona los usaría en la mañana y otra por la tarde) y de uso común, serían las apuestas en el siguiente año.
“Se están haciendo investigaciones sobre el retorno seguro a las oficinas, las cuales tienen conclusiones respecto a la disposición de los espacios. Es posible que veamos la disminución del espacio propio en la oficina debido a un uso parcial por parte del trabajador. Será algo similar a una oficina colaborativa sobre todo por la poca percepción de propiedad”, indicó.
Indicó que, debido al menor espacio destinado para uso propio y sí para situaciones puntuales, es posible que haya una mayor implementación por áreas de uso común como salas de reuniones, impresiones, comedores y restaurantes para el uso del personal, entre otras.
“Si se habla de una oficina nueva el concepto más guiado a un espacio colaborativo estaría desde el inicio, mientras que para una oficina que ya existe la implementación sería gradual. En nuestro mercado siempre se ha respetado un ratio de uso de área, en donde lo normal es que en la oficina se disponga entre 10 y 12 metros cuadrados por persona. Ahora ese ratio inclusive puede incrementarse, porque puedes tener menos estaciones de trabajo para servir a la misma cantidad de personal dada la rotación”, puntualizó
“Por ejemplo, en la oficina tradicional se tenía una impresora por cada área, pero ahora con las plantas libres se puede tener un centro de impresiones que permita servir a mayor cantidad de personas”, precisó.
Medidas guiadas al cuidado del personal
En cuanto temas vinculados directamente a la salud, según el representante de Colliers, las oficinas tendrán que prevalecer la mayor iluminación y ventilación, pero además de ello incorporar mecanismos que ofrezcan y den la sensación de un ambiente saludable.
“Estamos viendo que algunos edificios están implementando purificadores de aire y automatización en servicios higiénicos como surtidores de gel. Son medidas que ya van quedar a pesar de que se avance con la cuestión sanitaria. En suma a ello, van a ver tendencias que se van a ir incorporando, pues responderán a la demanda del trabajador en medio del proceso de vuelta a las oficinas, muchas de ellas guiadas al tema sanitario”, indicó.
Automatización en la reserva de espacios
Según Vidal, el automatizar procesos en la oficina es una característica que se verá el próximo año. En ese sentido, el uso de la tecnología para la disposición o reserva de espacios como, por ejemplo, salas de reuniones, sería un punto a incluir por los empleadores.
“Es probable que el uso de salas sea a través de una reserva 100% virtual. Dentro de la oficina se van de hacer más ágiles los procesos con este tipo de automatizaciones, pero también para guardar un orden y evitar aglomeraciones. Esto se verá más en empresas con equipos que necesiten de reuniones constantes”, indicó.
Oficinas satélite
El representante de Colliers, indicó que es probable que el colaborador tenga la posibilidad de ir a un espacio de trabajo más cercano o de más fácil acceso, siendo esta la figura de “oficina satélite”.
“Por ejemplo, la empresa se suscribe a WeWork, Comunal o IWG, que tienen oficinas en Miraflores, San Isidro o Magdalena, y el trabajador, dependiendo de donde esté, puede ir a cualquier de estos centros laborales. Es un tipo de flexibilidad que no tiene la oficina tradicional. El tema de accesibilidad a los edificios es algo que sí va a impactar pues aún van a persistir los temas de distanciamiento”, dijo a Gestion.pe.
¿Edificios verdes y wellness?
Respecto a los edificios con certificación verde (aquella que certifica la sostenibilidad en cuanto a su respeto al medio ambiente), señaló Vidal, estos ya son un estandar tanto por temas de impacto ambiental como comerciales. “Tenemos un mercado con mayor recepción de edificios verdes, por lo que, por ejemplo, si se hace un edificio prime que no tenga esta característica estaría desactualizado en unos años”, precisó.
Por el lado de la certificación wellness, esta es una tendencia que últimamente se viene contemplando en el Perú y que se vería con mayor relevancia en el 2023.
“Esta es una certificación que aplica a las oficinas dentro de los edificios, por lo que está más orientada a las personas que hacen uso de estos espacios. Por ejemplo, se pueden exigir alfombras antiácaros, un uso de colores específico, aire purificado, vistas a áreas verdes, luz natural, entre otras características para que el colaborador se siente mejor y sea más productivo. Actualmente sabemos que en nuestro mercado hay una edificación que está implementándose para esta certificación”, manifestó.