
Desde hace un tiempo se está escuchando hablar mucho de lo que es el coaching y mentoring, y aunque ambos términos son vinculados al desarrollo de las habilidades de las personas y colaboradores de una organización, lo cierto es que no son exactamente lo mismo.
Si una empresa desconoce qué significa cada uno, a la hora de escoger una estrategia que incluya uno de los dos procesos de acompañamiento, puede provocar malas experiencias y resultados que no satisfagan a los responsables del proyecto.
Para evitar confusiones, el portal Psicología y Mente nos da a conocer de manera muy sencilla cuál es el rol de cada uno y en qué se diferencian.
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/VGADKDDA7JGA3LEI7AQ4PDPMZY.jpg)
Según la International Coach Federation, el coaching es definido como “un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes, a quienes inspira a maximizar su potencia personal y profesional”.
Es decir, pretende incrementar o ayudar a que la propia persona sea capaz de desarrollar sus potencialidades en algún aspecto concreto, mediante la consecución de metas. Este proceso se da en un periodo corto y con los recursos que el sujeto ya tiene de base.
El coach, quien no necesariamente necesita ser un psicólogo, proporciona y sugiere instrumentos al cliente para desarrollarse por sí mismo. Su objetivo es fomentar el crecimiento personal y/o profesional.
Si siente insatisfacción en algún aspecto de su vida o no obtiene los resultados que desea, el coaching ayuda a identificar las trabas que le impiden avanzar. ¿Cómo? Clarificando lo que realmente quiere. Para ello, debe identificar lo que tiene en mente alcanzar y si no sabe cómo lograrlo, aquí entra a tallar el coach.
Este proceso de acompañamiento se puede usar en diversos aspectos como el ámbito personal (para gestionar emociones, cambiar de hábitos, mejorar la comunicación y las relaciones personales, equilibrar vida) y profesional (de acuerdo a la necesidad: lograr objetivos, aumentar la efectividad, formar equipos de alto rendimiento, mejorar la relación con clientes y proveedores, desarrollar las habilidades personales, entre otros).
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/ND4VO65QVBBZXBPBXMJI6HQJXU.jpg)
Es la relación entre una persona exitosa con experiencia y un alumno al que aconseja para enriquecerlo tanto a nivel personal como profesional.
Mediante su experiencia, el mentor también realiza un proceso de acompañamiento, pero guía al cliente a través de su propia experiencia con el propósito de proporcionarle conocimientos e incrementar sus habilidades.
Se da una relación semejante a la de maestro y discípulo porque se potencia las capacidades del mentorado.
En el aspecto personal ayuda a que un individuo logre el éxito en su vida laboral y privada, ayudándolo a afrontar de la mejor manera un proceso de transformación en dichos ámbitos.
Si está dirigido a las empresas u organizaciones, está orientado a incrementar la confianza entre empleados y sus jefes. Incluso, busca el intercambio de experiencias entre seniors y juniors. Esto crea un buen clima laboral y la cultura se va transformando.
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/4WZS3R5KEFB7PMZ2RFERRCV37Q.jpg)
Coaching. Centra su atención en las capacidades y conocimientos que tiene el propio sujeto, haciendo que el origen de lo aprendido está en su interior.
Mentoring. Para potenciar las capacidades de una persona, el mentor le transmite sus conocimientos.
Coaching. El coach se focaliza en un aspecto concreto para realizar el acompañamiento. Por ejemplo: orienta sobre cómo tomar una decisión o afrontar un problema determinado.
Mentoring. Al ser un guía, el mentor tiene un enfoque general y contribuye al desarrollo tanto profesional como personal. Por ejemplo: cuando da el ejemplo en cómo resolver una situación complicada o cómo comportarse.
Coaching. El coach busca que la persona consiga respuestas por sí misma mediante sus propias opiniones, creencias y experiencias ocultas.
Mentoring. Para generar un aprendizaje, el mentor, mediante su experiencia y perspectiva, conversa con el mentorado lo que está buscando y le da respuestas.
Coaching. Es una relación netamente profesional. El acompañamiento se centra en las necesidades de la persona y el coach en quien ayudará a encontrar esas respuestas.
Mentoring. Es habitual que se genere una vinculación emocional. Tanto mentor como mentorado comparten sus ideas, expresan sus opiniones y sus valoraciones.
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/BZY6IN7ZEJAZVG3MSAQKTYOT6Q.jpg)
Coaching. El cliente es quien pone sobre el tapete los aspectos que deben trabajarse y la relación se orienta a la consecución de las metas trazadas y propuesta por él.
Mentoring. El mentor dirige cómo va a transcurrir la sesión o en qué debería centrarse.
Coaching. La relación profesional suele ser más corta. Las sesiones están estructuradas para limitarse en el tiempo hasta que se logre un objetivo.
Mentoring. Requiere de un contacto prolongado en el tiempo y no está ligado a sesiones sino a una relación más continuada e incluso menos rígida.
Coaching. Hace frente a una situación o realiza un entrenamiento en algún tipo de habilidad que necesita la persona en la actualidad.
Mentoring. Se enfoca a la mejoría no solo actual sino a largo plazo.