Mientras el clima cambia y se exacerba el estrés hídrico en medio de una alta demanda del maíz amarillo, en el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) se preparan nuevas variedades de este cereal a fin de que brinde mayor rendimiento y soporte las sequías.
El maíz amarillo duro es uno de los principales insumos para la industria procesadora de alimentos balanceados para animales, sobre todo de la industria avícola, además, es el cuarto cultivo transitorio en importancia.
El Director General de la Dirección de Desarrollo Tecnológico Agrario, Pedro Injante Silva, señaló a gestión.pe que este año se alistan a lanzar una nueva variedad a fin de que pueda ser utilizada por los agricultores nacionales y puedan servir de forraje.
¿Qué es lo que se viene? Injante Silva manifestó que lanzarán aproximadamente en marzo la nueva variedad INIA - 627 Pátapo generada por la Estación Experimental Agraria – EEA Vista Florida en la región Lambayeque.
Detalló que se caracteriza por tener alta concentración de caroteno con buena adaptación en los valles maiceros de Chanchay, Chicama y Bajo Piura, ideal para las empresas avícolas.
“Se está trabajando en la investigación a fin de obtener nuevas variedades con tolerancia al estrés hídrico y no bajen su potencial de rendimiento ante los problemas de cambio climático”, anotó.
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Añadió que se esta trabajando nuevamente en el maíz INIA-611, que salió en el 2011 pero se dejó de lado, y cuya característica es la alta calidad proteica, pues duplica la concentración de triptófano y de lisina, deficiencia que suelen tener los maíces tradicionales.
“Nuevamente se está trabajando este tipo de maíz así como los fortificados con zinc y caroteno para mejorar la producción sobre todo de huevos en las empresas avícolas”, anotó. (Ver Tabla 2. Fuente: INIA).
El director de Desarrollo Tecnológico Agrario recordó que el año pasado liberaron el Akira 626, que tiene buena adaptación y estabilidad productiva en los principales valles de la costa. Además posee altas concentraciones de caroteno libres de micotoxinas, convirtiéndolo en el insumo ideal para la producción industrial avícola y porcícola.
“Hemos apostado por maíces de mayor sanidad, de mayor calidad que no necesiten muchos pesticidas y sean tolerantes al estrés hídrico”, apuntó.
El proceso para crear estas semillas lleva entre 4 a 8 años y luego las ponen a disposición de las empresas semilleristas, comentó.
“Estamos sacando nuevas variedades para que los agricultores tenga una buena ganancia porque hay que recordar que los híbridos nacionales tienen la mitad de costo con respecto al híbrido importado, esa es una ventaja técnica”, manifestó.
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Explicó que normalmente 20 kg de semillas, que corresponde normalmente a 60,000 semillas, en la empresa privada su precio bordea entre S/ 600 y S/ 800, mientras que los híbridos del INIA bordean entre S/ 350 a S/ 400.
“Es de excelente calidad el maíz peruano, lo que ocurre es que producimos muy poco, apenas el 25% del mercado nacional, por lo que se recurre a los híbridos importados ya sea en semilla o el maíz de forma directa”, refirió.
Recordó que en el Perú tenemos en promedio 18 híbridos importados, lo cuales cuentan con bastante propaganda comercial para posicionarse, mientras que el Estado no utiliza dicho sistema y para la pequeña empresa les resulta caro hacerlo, mientras buscan posicionarse.
Según el Registro Nacional de Productores de Semilla de la Autoridad de Semilla de SENASA, son siete (07) empresas y un (01) entidad estatal las que concentran el 80% de la producción de semilla certificada de maíz amarillo duro (Tabla N°1 Fuente: INIA).