El Gobierno dará inicio oficialmente a la denominada segunda reforma agraria en el país este 3 de octubre en el Cusco, en medio de pedidos -de los pequeños y grandes productores- para que se cree una mesa multisectorial donde participen diversos ministerios, asociaciones, academia, entre otros, para apuntar no solo al desarrollo agrario, sino también rural.
La importancia de esta solicitud radica en la compleja situación de la actividad agropecuaria, un sector tan heterogéneo: integrado por 2.2 millones de unidades, de los cuales el 89% es agricultura de subsistencia y en situación de pobreza; y el 11%, dividido entre mediana y gran agricultura (agroexportable).
¿Qué significa la reforma?
Desde el Poder Ejecutivo, el titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Víctor Maita Frisancho, ha manifestado que la segunda reforma agraria apunta a la asociatividad, la inclusión y la industrialización del sector.
En ese sentido, conformó -el pasado 22 de setiembre- un grupo de trabajo solo sectorial y con vigencia hasta el 31 de diciembre, integrado por 12 direcciones de su cartera y seis gremios de pequeños productores agrarios en el que, entre otros, estarán a cargo de elaborar un Plan de Acción en el marco de la reforma agraria.
No obstante, Clímaco Cárdenas, presidente de Conveagro, afirma que el proceso de la reforma debe tener como pilar fundamental no una mirada sectorial, sino multisectorial “porque para lograr el desarrollo rural hay que proponer soluciones multidimensionales”, anotó.
El gremio, también indicó que su visión de la reforma es sobre el cambio profundo del rol del Estado sobre un sector estratégico como lo es la pequeña agricultura, “devolviéndole el mercado nacional al sector”.
Por su parte, Gabriel Amaro, gerente ejecutivo de Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), señaló que la reforma debe apuntar a la transformación productiva del sector, sin embargo, “cada vez que preguntamos qué es la reforma dicen que se irá construyendo en el proceso”.
En tanto, Fernando Eguren, investigador y presidente del Centro de Estudios Peruanos (Cepes), refiere que la denominación de reforma agraria ha generado confusión por la vinculación histórica del primer proceso -expropiación de latifundios-; sin embargo, si el “término busca reflejar la intención del Gobierno para ser mucho más proactivo a favor de la agricultura, debe ser explicado ampliamente”.
Puntos a incluir
Si bien el Ejecutivo ha detallado a grandes rasgos sus nueve ejes que se incluirán en la reforma (ver imagen), los representantes gremiales y especialista coinciden en que se excluye otros temas importantes.
- Infraestructura vial y riego tecnificado: De acuerdo a AGAP, el 67% de las unidades productivas está en la sierra sin acceso a vías de comunicación que permitan vincular los productos con mercados locales e internacionales. Además, indica que si bien el Gobierno ha mencionado el destrabe de proyectos de irrigación como Majes-Siguas II y Chavimochic III, igual se requiere de tecnologías para el riego según tipo de suelos.
- Buenas prácticas agrícolas: “El mercado internacional requiere de productos cada vez más naturales y de buena presentación”, anotó Amaro, por lo que pide ofrecer capacitación técnica en uso de pesticidas, certificados fitosanitarios, y asesoría para determinar qué cultivos pueden ser industrializados y otros, aprovechados para envío al fresco. Al respecto, aseguró que su gremio ha ofrecido seguir impulsando la educación técnica por competencia, para asesorar a los productores.
- Titulación de tierras: En el país habría un millón de unidades agropecuarias sin título de propiedad, documento indispensable para que productores de la agricultura familiar accedan a créditos.
- Enfoque territorial: El investigador Fernando Eguren refiere que los nueve ejes propuestos por Midagri no garantizan que todos los productores participen de la segunda reforma agraria, pues podría excluir al 89% de unidades agropecuarias que viven en subsistencia y necesitan de otro tipo de ayuda. Asimismo, aseguró que no existirá reforma mientras que los gobiernos regionales y locales no asuman la propuesta.
- Cambio climático y enfoque de género: “Son dos temas importantes que no son abordados por los gremios, sin embargo, incluirlos dentro de la reforma es importante porque respecto al calentamiento global tiene un impacto directo en la producción agrícola, mientras que la perspectiva de género es clave porque en el desarrollo rural, son ellas las que garantizan la seguridad alimentaria y no veo que le estén dando un papel fundamental”, refirió Eguren.
- Medidas de corto plazo: Clímaco Cárdenas, presidente de Conveagro, señaló que no coinciden con los nueve ejes del Midagri “porque es más de lo mismo”. En ese sentido, pidió que existan propuestas de mediano plazo -”establecer justiprecio a los productos agrícolas, eliminar los monopolios, y establecer protecciones justas a la agricultura nacional”-, pero también de corto plazo, como la compra de fertilizantes, mejorar el presupuesto del sector agrario y “ponerle fin al bajo precio de la leche”, señaló.
Dato
- El último lunes, AGAP junto con otros gremios y asociaciones de productores así como la federación cafetalera, que conforman la Plataforma Agraria, se reunieron con funcionarios del Midagri a fin de solicitar su incorporación dentro del grupo de trabajo sectorial conformado por el ministerio. Esperan que en los próximos días se regularice su participación.