El nuevo Gobierno socialista de Perú llegó al poder prometiendo pactar un nuevo acuerdo con el sector de la minería del cobre y redistribuir las ganancias a las comunidades andinas como las que rodean el enorme proyecto Las Bambas, propiedad del grupo chino MMG Ltd.
Esas promesas ahora se están poniendo a prueba, con protestas y bloqueos en Las Bambas -en el sur del país- que presionan a los negociadores del Gobierno, un reflejo de tensiones más extendidas entre las comunidades indígenas y el clave sector minero.
El Gobierno y una comunidad local acordaron una tregua temporal la semana pasada después de que un bloqueo de tres semanas de una carretera en la región de Chumbivilcas casi llevó al cierre de la mina que produce alrededor del 2% del cobre en el mundo.
Pero las tensiones siguen siendo altas antes de las nuevas conversaciones de esta semana, con amenazas de más bloqueos, mientras críticos dicen que el Gobierno del presidente Pedro Castillo no ha cumplido sus promesas a los votantes en las regiones mineras, quienes apoyaron su campaña.
“Ellos continúan con el mismo sistema que los gobiernos anteriores”, dijo a Reuters por teléfono Sixto Huamani, líder de la provincia de Chumbivilcas, a fines de la semana pasada.
Las comunidades de Chumbivilcas habían bloqueado un camino de tierra que cruza la provincia, vital para transportar el cobre producido en Las Bambas antes de ponerlo en los trenes de carga.
El ministro de Energía y Minas de Perú, Iván Merino, dijo a Reuters en una entrevista que “la toma de decisiones a corto plazo” de MMG era en parte responsable por el conflicto y pidió a la empresa que ayude a construir una nueva línea ferroviaria hacia la mina para evitar el camino de tierra.
Sin embargo, agregó que el conflicto en Las Bambas es un reflejo de las tensiones mineras más amplias en Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, después del vecino Chile.
“No es solo en esa área, hay tensiones y expectativas en todo el país”, expresó.
-Reanudar bloqueo-
Reuters habló con Merino, líderes comunitarios y participó en reuniones con funcionarios para comprender la precaria distensión que existe actualmente alrededor de Las Bambas.
Los líderes de Chumbivilcas se reunirán con autoridades del Gobierno y ejecutivos de la minería el 5 de octubre en Lima para exigir una carretera en mejores condiciones, compensación por el uso de la tierra, transferencias de impuestos y empleos para los lugareños.
Otro grupo de líderes de Cotabambas, la provincia donde se ubica Las Bambas, está pidiendo sostener una reunión una semana después para resolver sus llamados a una mejor redistribución de los impuestos al cobre.
Cualquiera de las dos comunidades podría tomar acciones para bloquear la carretera nuevamente, dijeron los líderes.
“Si el 5 de octubre no llegamos a acuerdos, al día siguiente se retoma el bloqueo”, dijo Huamani a Reuters.
Encontrar una solución permanente para Las Bambas es un desafío primordial para el Gobierno de Castillo, que lleva apenas dos meses y cuya ambición de financiar programas sociales más grandes depende del aumento de los ingresos por los minerales del país.
La mina Las Bambas ha sido golpeada durante años por protestas de grupos locales que dicen que las ganancias de las empresas no ayudan a las comunidades de la región.
También denuncian que los muchos camiones que pasan por el camino de tierra todos los días y esparcen polvo, lo que arruina sus cosechas.
Castillo se comprometió a cambiar esa dinámica y obtuvo un enorme respaldo de los habitantes de regiones mineras que lo llevó al Palacio Pizarro a fines de julio.
Durante la campaña, criticó a las empresas mineras por “saquear” la riqueza del país y prometió aumentar drásticamente las tasas impositivas.
Las Bambas dice que ha pagado S/ 4,900 millones (US$ 1,200 millones) en impuestos y regalías desde 2014, y gastó US$ 235 millones en mejorar el camino de tierra.
Castillo aún no ha comentado públicamente sobre los bloqueos de carreteras. Una portavoz de MMG declinó hacer comentarios.
Si bien el Gobierno propone soluciones a más largo plazo, como nuevas rutas de trenes, las comunidades buscan acuerdos más inmediatos.
La semana pasada, líderes de Cotabambas abandonaron abruptamente una reunión con negociadores del gobierno en Lima.
“Esta mesa de diálogo ha sido una mesa de paseo (una tomadura de pelo)”, dijo Gonzalo Velázquez, alcalde de Haquira, un distrito de Cotabambas, durante el encuentro al que asistió un reportero de Reuters.
El primer ministro de Castillo, Guido Bellido, procede de Chumbivilcas y había dicho al principio de su mandato que encontraría soluciones para el conflicto de Las Bambas a fines de septiembre, una fecha límite que ahora pasó sin una resolución permanente a la vista.
“¡Escucha, Bellido, Cotabambas se respeta!”, coreaban los líderes comunitarios mientras salían de la reunión con representantes del Gobierno. Bellido no respondió a una solicitud de comentarios