El martes, el bitcóin cayó brevemente por debajo de los US$ 30,000 por primera vez en diez meses, mientras que las criptodivisas en general han perdido casi US$ 800,000 millones en valor de mercado en el último mes, según el sitio de datos CoinMarketCap, ya que los inversores se preocupan por el endurecimiento de la política monetaria.
En comparación a su tamaño durante el último ciclo de endurecimiento de la Fed, que comenzó en el 2016, las criptomonedas ahora son un mercado mucho más grande, lo que suscita preocupaciones sobre su interconectividad con el resto del sistema financiero.
¿Qué tamaño tiene el mercado de las criptomonedas?
En noviembre, la criptomoneda más popular, el bitcóin, alcanzó un máximo histórico de más de US$ 68,000, lo que elevó el valor del mercado de criptomonedas a US$ 3 billones, según CoinGecko. Esa cifra era de US$ 1.51 billones el martes.
El bitcóin representa casi US$ 600,000 millones de ese valor, seguido de ethereum, con una capitalización de mercado de US$ 285,000 millones.
Aunque las criptodivisas han experimentado un crecimiento explosivo, el mercado sigue siendo relativamente pequeño.
Los mercados de valores de Estados Unidos, por ejemplo, tienen un valor de US$ 49 billones, mientras que la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros ha estimado el valor pendiente de los mercados de renta fija de Estados Unidos en US$ 52.9 billones a finales del 2021.
¿Quién posee y negocia con criptodivisas?
Las criptodivisas empezaron siendo un fenómeno minorista, pero el interés institucional de bolsas, empresas, bancos, fondos de cobertura y fondos de inversión está creciendo rápidamente.
Aunque los datos sobre la proporción de inversores minoristas frente a los institucionales en el mercado de las criptomonedas son difíciles de conseguir, Coinbase, la mayor bolsa de criptomonedas del mundo, dijo que los inversores institucionales y minoristas representaron cada uno alrededor del 50% de los activos en su plataforma en el cuarto trimestre.
Sus clientes institucionales negociaron US$ 1.14 billones en criptomonedas en el 2021, frente a solo US$ 120,000 millones en el 2020, dijo Coinbase.
La mayor parte del bitcóin y el ethereum en circulación está en manos de unos pocos elegidos. Un informe de octubre de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) descubrió que 10,000 inversores en bitcóin, tanto personas como entidades, controlan alrededor de un tercio del mercado de bitcóin, y 1,000 inversores poseen aproximadamente tres millones de tokens de bitcóin.
Aproximadamente el 14% de los estadounidenses tenían inversiones en activos digitales hasta el 2021, según una investigación de la Universidad de Chicago.
¿Podría una caída de las criptomonedas perjudicar al sistema financiero?
Aunque el mercado global de las criptomonedas es relativamente pequeño, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro y el Consejo de Estabilidad Financiera Internacional han señalado las criptomonedas estables -tokens digitales vinculadas al valor de los activos tradicionales- como una amenaza potencial para la estabilidad financiera.
Las criptomonedas estables se utilizan principalmente para facilitar el comercio de otros activos digitales. Están respaldadas por activos que pueden perder valor o volverse ilíquidos en momentos de tensión en el mercado, mientras que las normas y la información que rodean a esos activos y a los derechos de reembolso de los inversores son confusas.
Esto puede hacer que las criptomonedas estables sean susceptibles de perder la confianza de los inversores, especialmente en momentos de tensión en el mercado, según los reguladores.
Eso ocurrió el lunes, cuando TerraUSD, una de las principales criptomonedas estables, rompió su paridad con el dólar y cayó hasta US$ 0.67, según CoinGecko. Ese movimiento contribuyó en parte a la caída del bitcóin.
Aunque TerraUSD mantiene su vinculación con el dólar a través de un algoritmo, las corridas de los inversores sobre las criptomonedas estables que mantienen reservas en activos como el efectivo o papeles comerciales podrían extenderse al sistema financiero tradicional, causando tensiones en esas clases de activos subyacentes, dicen los reguladores.
Los reguladores afirman que, dado que la fortuna de las empresas está ligada al rendimiento de los criptoactivos y que las instituciones financieras tradicionales están incursionando más en esta clase de activos, están surgiendo otros riesgos.
En marzo, por ejemplo, el Contralor de la Moneda interino advirtió que los bancos podrían tropezar con los criptoderivados y las exposiciones a las criptomonedas sin cobertura, dado que trabajan con pocos datos históricos de precios.
Sin embargo, los reguladores están divididos en cuanto a la magnitud de la amenaza que supone una crisis de las criptomonedas para el sistema financiero y la economía en general.