A casi seis años de su inauguración, el Aeropuerto Internacional Capitán FAP Renán Elías Olivera de Pisco (Ica) aún está lejos recibir los 400,000 pasajeros al año que tenía previsto durante su ejecución, por lo que los gremios locales catalogan la obra de “elefante blanco”. Frente a ello, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), anunció que buscarán que la infraestructura se use -también- para los envíos agroindustriales.
Sin embargo, dicho terminal aéreo, operado por Aeropuertos del Perú (AdP) -del grupo Sandoval, dueña también de Talma- no cuenta a la fecha con una planta de frío que permita la carga de los productos agrícolas pese a que los terrenos para ese fin han sido comprados hace muchos años al lado del aeropuerto, manifestó Pedro Urtecho, asesor legal de la Cámara de Turismo de Paracas (Capatur).
“Los privados no invierten en la planta de frío, que permitiría despachar solo en espárragos más de 70,000 toneladas y descongestionar el Callao, porque no se ve voluntad del concesionario para promover la operatividad del aeropuerto”, anotó.
De hecho, según información proporcionada por AdP a Gestión.pe, la operación del Aeropuerto de Pisco genera una pérdida operativa de US$ 750,000 anuales. “Si no se cumple con los compromisos del contrato de concesión, deberían devolver el aeropuerto al Estado”, agregó Urtecho.
Indecopi ya anunció que conformará un grupo de trabajo integrado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran), el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y otros sectores relacionados a la problemática aeroportuaria que permita realizar despachos agrícolas.
¿Aumentará el flujo de pasajeros?
En el 2019, el Aeropuerto de Pisco cerró con un flujo de 64,000 pasajeros. En el 2020, debido al COVID-19, alcanzó solo los 10,000 viajeros (la meta era 400,000 al año). Y entre enero y octubre del presente año, según las cifras que reporta la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac), dicho aeropuerto habría movilizado solo a 482 pasajeros nacionales y ninguno internacional, según cifras preliminares.
Para Ositran, el bajo flujo de pasajeros en dicho terminal no es causal para resolver el contrato pues el número de pasajeros “no depende del concesionario”, sino de la decisión de las aerolíneas de operar nuevas rutas siempre que haya demanda. Aunque la demanda existiría, pues Capatur estima que 800,000 turistas llegarían a su bahía en el 2022.
“Si no existe flujo de pasajeros nacionales e internacionales a Pisco es porque Talma, dueña de AdP, y demás empresas que brindan los servicios especiales aeroportuarios, ofrecen una tarifa de carga y descarga más económica en el Aeropuerto Jorge Chávez, de US$ 10,000, frente a los US$ 40,000 que puede llegar a costar en el Aeropuerto de Pisco, entonces ya no aterrizan aquí”, dijo Urtecho.
¿Qué está haciendo AdP ante los cuestionamientos? La concesionaria dijo a Gestión.pe que se están realizando gestiones y propuestas de incentivos para que Latam Airlines retome la conexión Pisco-Cusco para la temporada alta del 2022. Esta había quedado suspendida en el 2019, año en que trasladó hasta 10,000 pasajeros solo en esa ruta.
Adicionalmente, informó que se puso en marcha el Terminal de Aviación Privada operado por Aviasur, para vuelos de escalas técnicas y vuelos con ejecutivos del sector agroindustrial que visitan negocios en la región Ica. Así, solo en noviembre se realizaron 33 operaciones. A ello se suma que Aerodiana ya opera en el aeropuerto brindando el servicio de sobrevuelos en las líneas de Nazca, y transportó a alrededor de 600 pasajeros en noviembre último.
Finalmente, detalló que está en marcha un nuevo proyecto de mejora de aprovisionamiento de combustible “que contará con la inclusión de sistemas de despacho de última generación a través del operador internacional ICARO 17″.