La rebaja de la calificación crediticia de Perú por parte de Fitch Ratings era esperada por el ruido político y, principalmente, por un posible cambio de Constitución que afectaría la estabilidad jurídica de las inversiones; sin embargo, los efectos negativos serían acotados por mejores señales desde el gobierno de Pedro Castillo como el reciente cambio de premier, afirmó Juan José Marthans, ex jefe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
La agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings rebajó la calificación de Perú a ‘BBB’ desde ‘BBB+’. Por su parte, Standard & Poor’s (S&P) revisó la perspectiva de la calificación de la deuda de Perú de largo plazo a negativa desde estable y afirmó la calificación crediticia en moneda extranjera de BBB+.
Marthans señaló que esto afectaría el costo de financiamiento, pero no en gran medida, porque es una primera “gran caída” en la calificación de Perú sumado a una expectativa de un mejor rumbo político con las nuevas señales que ha dado Castillo.
Añadió que tras la rebaja, la velocidad de normalización del costo de financiamiento a la baja ya no necesariamente se daría al mismo ritmo como se ha visto en los últimos días, luego de la salida de Bellido.
“Mientras el factor calificador de riesgo indica que habría menos financiamiento y más caro, el factor político está yendo en contra de este mayor riesgo, pues al parecer con el nuevo gabinete se podría regenerar positivamente la situación”, explicó.
Dijo que si hay un panorama político estable, el tipo de cambio cae, el costo de financiamiento externo cae, yendo en dirección opuesta a lo que dice Fitch. “Lamentablemente, hasta ahora se ha desbalanceado los niveles de gobernanza de Perú, por lo que las tres calificadoras han decidido tomar una postura más negativa hacia el país”, indicó.
Sin embargo, consideró que el principal impacto es en la imagen de Perú y su perspectiva de crecimiento, factores que cada vez son percibidos como peores. “Aquellos países que han decidido cambiar su constitución han sido degradados. Estas peores calificaciones para Perú están interiorizando la señal de cambio constitucional y, si se persiste, podrían haber más”, advirtió.
El economista Jorge Gonzales Izquierdo, señaló que las consecuencias, además de aumentar el costo de endeudarse en el extranjero tanto para el gobierno como para el sector privado, vendrían a través de una disminución en la inversión financiera (compra de bonos) y real (inversión en minería, pesca, comercio, entre otras).
“Habría una mayor percepción de riesgo respecto al país. Ambas fuentes de inversión (financiera y real) se afectarían, pero de manera acotada”, manifestó.
Otro efecto es el aumento del costo de bienes que el país importa, sobre todo alimentos y combustibles. Esto porque los proveedores tomarían este factor de riesgo como argumento para aumentar los precios o, en su defecto, endurecer sus condiciones de venta, señaló Gonzales Izquierdo.
Argumento fiscal
“El índice de deuda del gobierno es sustancialmente más alto que en el 2013 cuando subimos a Perú a ‘BBB +’ y los colchones fiscales líquidos se han agotado, erosionando la solidez del balance del gobierno de Perú en relación con sus pares”, señala el documento de Fitch como una de sus razones para su revisión a la baja.
Respecto a ello, Gonzales Izquierdo indicó que el argumento no es correcto, pues si bien el ratio de deuda sobre PBI ha aumentado de 26% a niveles por encima de 35%, aún no es preocupante dado que hay países pares y desarrollados que tienen un mayor ratio. En el mismo sentido, mencionó que el indicador de servicio de deuda (cuanto se paga anual por la deuda) sobre PBI, es de 2%, estando también por debajo de países pares.
“Moody’s no toma como respaldo la parte fiscal, sino solo de la incertidumbre política y peor percepción del crecimiento. Nuestros pares están mucho peor que nosotros en el lado fiscal, como el caso de Chile y Colombia”, manifestó.
Por otro lado, Marthans señaló que desde el 2013 Perú no ha generado mejoras en temas fiscales, específicamente en la presión tributaria (explicado en gran parte por la informalidad). “Fitch menciona otro problema de carácter estructural, que es la fuerte dependencia de materias primas. Si no se logra dinamizar el factor inversión, Perú no va a poder crecer como podría hacerlo, afectando sus cuentas fiscales”, afirmó.