Como señaló anteriormente Gestión, el Indecopi sancionó en primera instancia a un total de 32 empresas (y a 1 empresa más de manera anticipada) por repartirse entre ellas, de manera ilegal, 112 licitaciones públicas entre el 2002 y el 2016 mediante el uso de un cártel.
Pese a lo resuelto por el Indecopi, dichas empresas podrán seguir participando en concursos realizados por el Estado, señala Jesús Espinoza, Secretario Técnico de la Comisión de Libre Competencia Indecopi.
De acuerdo con Espinoza, la normativa actual indica que solo se puede deshabilitar a las empresas de participar en concursos del Estado una vez que la resolución del Indecopi “quede firme”. Es decir, que la resolución ya no pueda ser apelada por las empresas implicadas.
Cabe recalcar que la resolución puede ser apelada ante la Sala de Libre Competencia del Indecopi, el Poder Judicial y, en caso se den ciertas condiciones, puede ser materia de un proceso de casación, por lo cual pueden pasar varios años antes de que la sentencia quede firme.
Beneficios Ilícitos
De acuerdo con el Indecopi, las empresas implicadas tuvieron un beneficio indebido de S/1,318 millones como consecuencia del repartimiento de las licitaciones.
Dicho monto se calculó analizando lo pagado por el Estado en exceso en cada licitación en comparación con lo que se habría pagado en un concurso regular realizado antes del periodo entre el 2002 y el 2016.
Los hallazgos del Indecopi indicaron que, como consecuencia del cártel, entre las fechas analizadas, el costo promedio de las propuestas que ganaban las licitaciones del Estado subió de 90% del precio inicial propuesto por el gobierno hasta entre 100.61% y 107.84% de dicho monto.
Es decir, si el Estado había previsto pagar S/100, las propuestas que ganaban solían ser las que planteaban realizar la obra a S/90. Como consecuencia del cártel y de manipulaciones, empezaron a tener que pagar S/107 por licitación.
Por lo tanto, los costos que el cártel le generó al Estado fueron de entre 10.61% a 17.84% más de lo usual por licitación.
El Cártel
Pero, ¿Cómo se repartían las licitaciones las empresas?
De acuerdo con el Indecopi, las empresas del llamado “Club de la Construcción” realizaban negociaciones entre si para garantizar quien postularía a que licitación. Una vez que se había decidido al beneficiado, otras empresas enviarían propuestas intencionalmente poco atractivas para que la elegida gane el concurso sin que se declare en abandono por falta de postores.
En ese sentido, las empresas tenían “turnos”, donde una tenía preferencia de elegir la licitación que quería ganar, dependiendo de la última vez que había ganado un concurso.
Asimismo, tenían “cuotas”, por las cuales podían elegir que licitación ganar dependiendo de cuanto podían exigir de la cuota que se les otorgaba. En ese sentido, empresas podían venderse su cuota entre si, señaló el Indecopi, hecho que se demostró mediante correos y entrevistas.