En un reporte emitido este lunes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) da cuenta sobre diversos aspectos relacionados a la economía, empleo, inversión y pensiones tras una visita oficial que hizo una misión este año como parte de las consultas periódicas (generalmente anuales) en virtud -refiere el reporte- del Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI.
¿Qué recomendaciones está dejando el FMI para la economía peruana? A continuación, se detalla:
Recuperación económica: el reporte del FMI dice que la recuperación económica de Perú ha sido sólida, pero las perspectivas se enfrentan a riesgos internos y externos a la baja. Si bien la política monetaria debe responder rápidamente a las presiones inflacionarias y al endurecimiento de las condiciones financieras mundiales -dice- una postura fiscal neutral es apropiada considerando la brecha de producción negativa y los riesgos para el crecimiento.
“La realineación del marco fiscal, en consonancia con una consolidación fiscal gradual, ayudará a preservar la confianza. Las reformas estructurales son necesarias para mejorar la eficacia de los servicios públicos, promover el desarrollo del sector privado y evitar que disminuya el crecimiento potencial”, alerta.
Perspectivas inciertas: el FMI dice que la economía peruana se recuperó con fuerza de su recesión más profunda en décadas. La fuerte respuesta política en el 2020 mitigó -asevera- el impacto de la pandemia y creó las condiciones para una rápida recuperación.
Remarca que los avances en la campaña de vacunación permitieron un levantamiento gradual de las restricciones de movilidad por el COVID-19. La sólida demanda externa, los términos de intercambio favorables y la demanda interna reprimida contribuyeron a que el PBI real aumentara un 13.3% en el 2021, superando su nivel previo a la pandemia en el tercer trimestre del 2021, sostiene. Todo ello ante la volatilidad en los mercados financieros la que aumentó en medio de una mayor incertidumbre política.
No obstante, subraya que el Perú aún está soportando altos costos sociales y económicos por la pandemia.
“Perú perdió muchas vidas, habiendo registrado una de las tasas de mortalidad más altas a nivel mundial. Las debilidades estructurales en el sistema de atención médica requirieron medidas de contención estrictas, lo que afectó gravemente la actividad económica en el 2020″.
PBI y empleo: el FMI dice que el PBI real se mantiene por debajo de su tendencia previa a la pandemia y la participación de la fuerza laboral y el empleo total no se han recuperado por completo. A esta situación se añade que la pobreza aumentó significativamente en el 2020 y todavía está por encima de los niveles previos a la pandemia a pesar de algunas mejoras en el 2021.
Ante ello anota que “las perspectivas son muy inciertas y prevalecen los riesgos a la baja” ya que se espera que el crecimiento se desacelere al 3% en el 2022 a medida que se endurecen las condiciones externas y se retira la política de estímulo.
“Los principales riesgos se relacionan con la pandemia, un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras globales, interrupciones prolongadas de la cadena de suministro global, tensiones geopolíticas y una desaceleración abrupta del crecimiento en China, el principal socio comercial de Perú”, apunta.
La continúa incertidumbre política -refiere el FMI- podría tener efectos adversos en la inversión privada y desencadenar una mayor volatilidad en los mercados financieros.
A mediano plazo -apunta- la productividad laboral puede verse afectada negativamente por los efectos devastadores de la pandemia.