El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el martes que Perú abandonó su programa de crédito flexible (LCF), una línea precautoria de apoyo aprobada durante la pandemia de covid-19, a la que Lima no tuvo necesidad de recurrir.
Perú se convierte así en el segundo país en tomar esta decisión, luego de Polonia. Su salida del programa se hará efectiva el domingo.
Este tipo de mecanismos representan un respaldo económico ofrecido a los países emergentes con fundamentos económicos sólidos, que les permite enfrentar crisis inesperadas, como desastres climáticos o sanitarios, entre otros.
Los países disponen de una línea de crédito abierta aprobada previamente, de la que pueden utilizar parte o el total disponible en caso de necesidad por situaciones excepcionales.
La LCF de Perú fue aprobada en mayo de 2020, al inicio de la pandemia del coronavirus, que golpeó duramente al país. El total dejaba entonces unos US$ 10,000 millones disponibles para Perú en caso de requerir su utilización.
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El FMI también publicó los resultados de sus consultas del “Artículo IV” para Perú, una revisión de la salud económica del país.
El organismo financiero destacó el repunte de la economía peruana a pesar de las tensiones sociales de comienzos de 2023 y los efectos del cambio climático en el país.
El crecimiento económico debería recuperarse este año para alcanzar 2.5%, tras el impacto de El Niño, que provocó una sequía particularmente intensa en el sur del continente americano.
La inflación en Perú debería pasar de 6.3% en 2023 a 2.3% este año.
Perú tiene un nivel de reservas monetarias suficiente, una deuda externa débil y una gestión presupuestal “prudente”, según el FMI, que destaca un déficit fiscal de apenas 1.5% del PBI el año pasado.
El Fondo destacó “el marco institucional y los fundamentos económicos muy sólidos” del país andino, y “la consistencia en la adopción de reformas macroeconómicas esenciales a pesar de las tensiones sociales”.
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Perspectivas “inciertas”
El organismo advirtió, sin embargo, que Perú necesita poner en marcha “urgentemente” reformas estructurales para reactivar el crecimiento de su PBI, que se prevé será de 2.5% en 2024.
La decisión de Perú de dejar expirar el acuerdo de línea de crédito flexible tiene lugar en un contexto de reducción de los riesgos externos y mejoras en el nivel de las reservas internacionales, un día después de que el FMI elogió a ese país por algunas mejoras en la situación de su economía pero también advirtió que “las perspectivas siguen siendo inciertas”.
En el corto plazo, los riesgos son una posible intensificación de la incertidumbre política, del malestar social y de eventos climáticos, dijo el FMI en un comunicado difundido del martes, un día después de haber concluido la revisión de la situación del país, algo que el organismo hace regularmente cada año con sus países miembros.
En el contexto externo, indicó el Fondo, los riesgos son un débil crecimiento de los socios comerciales de Perú, la volatilidad de los precios de las materias primas y el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales.
Desde hace tiempo Perú atraviesa una delicada situación política.
La justicia peruana investiga actualmente al hermano y al abogado de la presidenta Dina Boluarte por presuntamente integrar un grupo de tráfico de influencias.
Boluarte además está siendo indagada por supuesta corrupción a causa del uso de relojes lujosos y por lavado de dinero durante la campaña presidencial que llevó al poder a su antecesor Pedro Castillo (2021-2022). La presidenta también ha sido denunciada ante el Parlamento por homicidio y lesiones graves debido a las muertes de manifestantes tras el inicio de su mandato el 7 de diciembre de 2022.
¿Qué es el LCF?
El acuerdo inicial de Línea de Crédito Flexible, o LCF, había sido aprobado poco después de la pandemia de COVID-19, en mayo de 2020, para ofrecer tranquilidad contra choques externos y un colchón de liquidez en un contexto de elevados riesgos externos. En mayo de 2022 Perú lo había extendido, pero reduciendo su acceso al 300% de la cuota, la mitad de lo que había pautado dos años antes.
En actual acuerdo expiraba el próximo 26 de mayo.
Perú ha tratado los acuerdos como “precautorios y ha mantenido abundantes reservas internacionales, bajo nivel de endeudamiento y una prudente posición fiscal”, dijo el FMI al dar a conocer la decisión de las autoridades peruanas en un comunicado de prensa.
El organismo multilateral con sede en Washington elogió a las autoridades peruanas por sus “sólidos fundamentos económicos y marcos de política institucional”, un historial sostenido de implementación de políticas macroeconómicas “muy sólidas a pesar de la turbulencia política” y su compromiso para mantenerlas a largo plazo.
La LCF está diseñada para prevenir y mitigar crisis ya que los países que pueden acceder a estos créditos pueden optar por usarlos o tenerlos de manera precautoria. Sus desembolsos no están condicionados al cumplimiento de medidas específicas o metas, como los créditos de programas convencionales.
Perú es miembro del FMI desde 1945 y tiene una cuota equivalente a poco más de US$ 1,700 millones.
Con información de AFP y AP