Cuando se habla de los temas ESG, el foco son aquellos aspectos sociales, ambientales y de gobernanza. Aunque no existe en Perú una regulación ESG general a las que se ciñan las compañías, lo cierto es que por cada aspecto hay diferentes normas que regulan diferentes indicadores. ¿Se requiere apuntar a una regulación total? Gestión conversó con dos expertos sobre el tema.
Nadia Malpartida, Gerente Senior de Sostenibilidad y Cambio Climático de EY Perú, comentó: “Por ejemplo, si nos centramos en el tema de la salud y seguridad ocupacional, que es un tema ESG dentro de la dimensión social, hay un cumplimiento mandatorio y normativo, se tiene que gestionar en función a lo que pide la regulación, pero cuando hablamos de ESG y del componente de sostenibilidad, hablamos de objetivos, compromisos y métricas, que van más allá del cumplimiento normativo”.
Esto significa, dice Malpartida, que si bien la normativa actual es la base, hay que cuestionarse como compañía: ¿qué otros indicadores y métricas adicionales existen que me permitan ser más desafiante en función a mis compromisos?
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“La idea no es verlo desde un tema restrictivo, sino mostrar indicadores más del lado preventivo, dar a conocer que de alguna manera voy más allá de la ley y tengo impacto en la vida de mis trabajadores, con sus familias y en relación con su comunidad”, subrayó.
En la misma línea, Pierino Stucchi, socio de Stucchi Abogados, consideró: “Toda la tendencia de ESG es mundial y es positiva porque pone de relieve en la agenda la defensa de tres componentes. Pero cada elemento tiene un alcance diferente. No es estandarizable en diferentes sectores y empresas los perfiles ideales para cumplir con la sostenibilidad. En primera medida lo que toca es hacer un diagnóstico corporativo propio”, destacó.
Puso como ejemplo el aspecto ambiental, pues está claramente regulado en el Perú. “El reto ahí, más bien, es superar los estándares de la regulación obligatoria”, comentó.
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El abogado señaló que en el ámbito social no necesariamente hay una regulación específica dirigida a que las empresas contribuyan con su entorno, por ello “en este punto se tiene mayor espacio de libertad y la obligación como empresa es identificar esas oportunidades y naturalmente poner una agenda y cumplirla”. “Pasa lo mismo en gobernanza, donde el ámbito de movimiento es mayor amplitud”, subrayó.
Destacó que “la regulación actual, por ejemplo, genera que las empresas emisoras de valores -a través del reporte de sostenibilidad corporativa de la SMV- informen lo que realizan en el marco de esta agenda”. “En este contexto, establecer mayores obligaciones o extender las obligaciones a más empresas no hace parte de lo que necesitamos ahora, pues la sobre regulación o la sobre exigencia de reportes afecta a la actividad empresarial”, apuntó Stucchi.
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Malpartida por su parte resaltó también la parte voluntaria. Pero, consideró que hay temas que pasarán de ser voluntarios a ser estratégicos, por ejemplo, el protocolo verde (acuerdo de colaboración entre el sector público y el sector financiero peruano, que impulsará el desarrollo económico y financiero sostenible del país).