Por Nisha Gopalan
Fujifilm Holdings Corp. tiene la oportunidad de recuperar su enfoque. El fabricante japonés de fotocopiadoras, cámaras y dispositivos de salud se liberó de una complicada y prolongada disputa de fusión con Xerox Holdings Corp. de una manera que aliviará a los inversionistas.
La compañía pagará US$ 2,300 millones para comprar el 25% de Fuji Xerox de su histórico socio estadounidense y asumirá la propiedad total de su empresa de 57 años.
El precio parece razonable, al valorar a la empresa en aproximadamente un año de ventas. Fuji Xerox tuvo ingresos de 1 billón de yenes (US$ 9,200 millones) en el año fiscal hasta marzo. Las impresoras y copiadoras no son un negocio en crecimiento, ya que el mundo se vuelve cada vez más digital. Se espera que los envíos mundiales de impresoras caigan un 2% anual en los cinco años hasta el 2023, según cifras de Gartner Inc. Sin embargo, la división de soluciones de documentos de Fujifilm (que incluye a Fuji Xerox) tuvo un margen operativo del 9.5% el año pasado, superior al 9.4% para la unidad de soluciones de salud y materiales que es el principal motor de crecimiento de la compañía en estos días.
Más importante aún, la compra es una solución limpia que deja a Fujifilm libre de distracciones para concentrarse en su negocio. La persecución de Xerox hundió a la compañía en un pantano de dos años. Los inversionistas activistas Carl Icahn y Darwin Deason se opusieron a la toma de control, al afirmar que subestimaba a Xerox. Los pleitos siguieron, el director ejecutivo de Xerox fue expulsado y el acuerdo fracasó. Fujifilm, que demandó a Xerox por US$ 1,000 millones por la toma de control fallida, dijo el martes que retirará sus demandas.
Está abierto al debate ya que la adquisición fue el paso estratégico correcto para Fujifilm. Más difícil de defender es la decisión de la compañía de seguir en la batalla una vez que Icahn y Deason prevalecieron y presionaron a Xerox para rechazar el planteamiento. El orgullo sobre un frío cálculo empresarial podría haber tenido algo que ver con eso. El director ejecutivo de Fujifilm, Shigetaka Komori, odia perder y no se rendirá fácilmente, dijo una persona cercana a la compañía al Financial Times en mayo del 2018.