La firma estadounidense WeWork anunció una demanda contra el conglomerado japonés de telecomunicaciones Softbank por su decisión de retirar la oferta de compra de acciones por valor de US$ 3,000 millones que había presentado.
En un comunicado, WeWork dijo que la decisión de la empresa nipona supuso “un claro incumplimiento de sus obligaciones contractuales” y dijo que buscará en los tribunales que la operación se complete o, en su defecto, recibir una compensación económica.
Softbank anunció la pasada semana su decisión, alegando que “ciertas condiciones de la oferta no se han cumplido”, entre ellas obtener el visto bueno de los organismos reguladores de competencia, pero también las “múltiples y significativas nuevas investigaciones civiles y penales” abiertas sobre WeWork en los últimos meses.
La firma estadounidense, un ambicioso proyecto de espacios de trabajo compartido que había conseguido miles de millones de dólares de financiación, se ha visto envuelta en la polémica durante los últimos meses tras una fracasada salida a bolsa.
La empresa llegó a estar valorada en unos US$ 47,000 millones durante el proceso, pero finalmente su salida al mercado se frustró tras conocerse importantes pérdidas y en medio de muchas críticas por la gestión del cofundador y entonces consejero delegado, Adam Neumann, que terminó dejando el cargo.
Ante las dificultades, Softbank, que era uno de los principales inversores, optó por rescatar a la firma, haciéndose con uno 80% de la propiedad.
Pese a su decisión de retirar la oferta de US$ 3,000 millones, el grupo japonés insistió en que ello “no tendrá impacto en las operaciones, clientes ni en el plan de negocios de WeWork” y dejó claro que “permanece plenamente comprometido con el éxito de WeWork y ha dado pasos significativos para reforzar la compañía, incluyendo una reciente asignación de capital”, según un comunicado.