Para Fitch Ratings, la perspectiva del sector de cemento de América Latina en el 2023 se deteriora, en función de una demanda más débil en la mayoría de mercados. Así, estima que el volumen de ventas (en toneladas) caerá entre 1% y 3%, enfrentando cuatro desafíos. ¿Perú tendrá cimientos fuertes para escapar a esa tendencia?
Debora Jalles, directora de Fitch Ratings / Latin America Corporates, proyectó que las ventas se verán desafiadas por un escenario macroeconómico más difícil con los efectos del aumento de las tasas de interés. Asimismo, la inflación general y un menor gasto de estímulo del Gobierno jugarían en contra.
Si bien la ejecutiva no prevé efectos en la calidad crediticia de la mayoría de las empresas, sí reconoce que el sector afrontará cuatro retos para sostener los márgenes operativos. Entre ellos, la turbulencia política y macroeconómica, que podría intensificar la estimada caída del volumen ventas.
En el caso del Perú, el reporte de Fitch indica que un retraso en la recuperación de inversiones relacionadas con proyectos de infraestructura de asociaciones público-privadas podría derivar en una situación de mayor desaceleración de la demanda.
Desafíos de precios e inversiones
El segundo reto del sector cementero en América Latina será mantener una estrategia de precios saludables. Y es que, en el 2023, la referida agencia reconoce que el poder de fijación de precios de esta industria disminuirá ante una inflación y costos de combustible en caída.
“Los emisores podrían enfrentarse a una pérdida de cuota de mercado si siguen siendo agresivos con los precios. Los jugadores con una sólida posición de mercado y/u operaciones en nichos de mercado deberían administrar los márgenes mejor que los jugadores más pequeños o los que toman precios”, anotó.
De otro lado, las inversiones requeridas para la descarbonización de este sector también configuran otro desafío, aunque la agencia reconoce que estos desembolsos se darían en mayor medida desde el 2030 a fin de cumplir los compromisos al 2050.
Finalmente, el cuarto reto estará relacionado al desempeño de operaciones de las cementeras latinoamericanas en EE.UU., donde la peruana Unacem tiene presencia con su filial Skanon. En este aspecto, Fitch espera un impacto positivo con un aumento de demanda desde fines del 2023.
Como resultado de estos factores, la agencia proyecta que el crecimiento de los ingresos de las cementeras de América Latina se reducirá de 11% el 2022 a 3% el 2023, con un margen Ebtda que cae ligeramente de 23% a 22%.
Sector cementero peruano a la expectativa
Consultado por el impacto de un retraso de inversiones público-privadas en la demanda de cemento el 2023, el director ejecutivo de la Asociación de Productores de Cemento (Asocem), Carlos Ferraro, consideró oportuno esperar a medir la reacción del mercado frente a los cambios en la política general con el nuevo Gobierno.
Sin embargo, estimó que el panorama podría diferir del visto por Fitch.
“El comportamiento del mercado a partir de las nuevas medidas de Gobierno está creando nuevas expectativas. Se busca lograr que la inversión publica pendiente siga adelante y una de las consecuencias lógicas es el consumo de cemento”, dijo a Gestión.
Recientemente, el Ministerio de Economía y Finanzas presentó el plan “Con Punche Perú”, que demandará un costo fiscal de S/ 5,900 millones para la reactivación de la actividad económica del país, a partir de 19 medidas normativas. Entre ellas, el acompañamiento extraordinario a los nuevos equipos de gestión en gobiernos regionales y locales; y diferentes medidas de financiamiento.
Producción local de cemento
A nivel nacional, la Asocem estimó que en noviembre 2022 el despacho nacional de cemento se redujo 2% respecto a noviembre 2021. En tanto, en diciembre de 2021 a noviembre de 2022, el despacho nacional creció 1% frente el periodo de diciembre 2020 a noviembre 2021.
De esa manera, en los últimos 12 meses a noviembre, se alcanzó un despacho acumulado de 13.6 millones de toneladas.