Algunos trabajadores de almacenes de Instacart y Amazon suspendieron temporalmente sus labores el lunes para exigir mayores medidas de protección contra el coronavirus, pese a que ambas compañías están acelerando sus contrataciones de cientos de miles de trabajadores a fin de lidiar con el aumento de pedidos.
Los paros de un día tuvieron poco impacto en los consumidores, pero atrajeron la atención hacia un creciente descontento de los trabajadores de salarios bajos laboran durante la pandemia para satisfacer las necesidades de aquellos que pueden trabajar desde la seguridad de sus hogares.
Whole Worker, un grupo de trabajadores de Whole Foods, está haciendo un llamado para realizar el miércoles un día de asueto “por enfermedad” a nivel nacional.
Muchos trabajadores de alta demanda son empleados de tiempo parcial o bajo contrato temporal que no cuentan con prestaciones tales como ausencias por enfermedad con goce de sueldo o servicio médico.
Además de las demandas de mayor protección ante la pandemia, los trabajadores subrayan quejas hechas desde hace tiempo sobre prácticas laborales que impiden que los empleados de salarios bajos o de tiempo parcial reciban más horas de trabajo.
Instacart, un servicio en línea para entrega de alimentos a domicilio, y Amazon afirman que están trabajando a fin de dotar a sus empleados de equipo de higienización y que han tomado medidas para aumentar los salarios y ampliar los periodos de ausencia por enfermedad con goce de sueldo.
Instacart indicó el domingo que pondrá a disposición gel antibacterial a solicitud de sus trabajadores y subrayó cambios en su sistema de propinas, pero quienes participaron en la huelga señalan que esas medidas son planteadas demasiado tarde.
Si bien muchos empleados de Instacart anunciaron que dejarían de recibir pedidos el lunes, otros trabajadores que tienen menos tiempo de laborar en la empresa se mostraron reacios a abandonar una fuente de ingresos en un periodo de despidos masivos.
También el lunes, alrededor de un centenar de trabajadores de Amazon suspendieron sus actividades en un almacén de Amazon en Staten Island, Nueva York, para exigir que la instalación fuera cerrada y sanitizada con tiempo pagado después que un empleado dio positivo al nuevo coronavirus.
Amazon dijo que ha tomado medidas para proteger a sus empleados del virus, incluyendo mejoras en la limpieza y sanitización, y con medidas de distanciamiento social. En la instalación de Staten Island, donde hay 4,500 trabajadores, Amazon implementó revisiones diarias de temperatura corporal.