El golpe más reciente a la magullada industria láctea fue asestado nada menos que por Starbucks Corp. El gigante del café quiere acostumbrar a los clientes a usar alternativas a los lácteos en un intento por reducir su huella de carbono.
El golpe más reciente a la magullada industria láctea fue asestado nada menos que por Starbucks Corp. El gigante del café quiere acostumbrar a los clientes a usar alternativas a los lácteos en un intento por reducir su huella de carbono.
Si bien Starbucks representa solo el 0.3% de la producción de leche de Estados Unidos, la decisión de declarar oficialmente un énfasis en las opciones no lácteas podría alentar a otros establecimientos de venta de alimentos a hacer lo mismo.
Ello podría impulsar un cambio hacia la avena, la nuez, la soja y otras bebidas alternativas por razones ambientales y de salud. El consumo de leche de vaca estadounidense ha caído alrededor de un 2% anual desde la década de 1970, según el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Es una tendencia que ha contribuido al cese de los negocios de muchos productores lácteos estadounidenses y ha llevado a la bancarrota a dos grandes procesadores estadounidenses: Dean Foods Co. y Borden Dairy Co. Dean es uno de los proveedores clave de Starbucks, según datos compilados por Bloomberg.
El grupo de marketing Dairy Management Inc. dijo que si bien comparte el compromiso de Starbucks con la sostenibilidad, la huella ambiental de la industria es pequeña y se está reduciendo debido a prácticas agrícolas innovadoras y a las nuevas tecnologías. “Tanto las plantas como los animales juegan un papel fundamental en la salud de las personas y el planeta”, dijo el grupo.
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