La industria del cine se preparaba hace unos días para su reapertura, las expectativas eran muchas luego de más de 270 días con las salas cerradas. Pero la espera será más larga y el acuerdo entre empresas y gobierno aún no se alcanza.
Ya la Asociación Nacional de Salas Cinematográficas (ANASACI) indicó la semana pasada que el protocolo para evitar los contagios del covid-19 para el reinicio de operaciones, que establece un distanciamiento mínimo de 2 metros y la prohibición del consumo de alimentos y bebidas durante la emisión de las películas “hace inviable el modelo de negocio”.
Cabe indicar que antes de la pandemia, las entradas a los cines representaban, en promedio, el 50% de ingresos para las empresas del sector, y alimentos un poco más del 40%, dependiendo de la cadena.
Con el protocolo aprobado que dispone 2 metros entre butaca y butaca, no solo de manera lateral y vertical, sino también diagonal, solo se podría habilitar un aforo máximo del 25%.
Diana López Chiu, vocera de la ANASACI, indicó que se encuentran en revisión con el Gobierno de los puntos en los que se necesitan mejorar las condiciones, a fin de que se permita un aforo del 50% y la venta de alimentos y bebidas.
En cuanto a la limpieza, la propuesta del gremio es casi triplicar el tiempo de limpieza entre funciones que tenían previo a la pandemia.
“Una vez aprobadas esas condiciones, iniciaríamos la ejecución de reactivación que nos tomaría algunas semanas por la envergadura de la operación”, comentó.
En números
Diana López reiteró que solo con el ingreso de las entradas no pueden cubrir los costos operativos de los cines.
“Del 100% de una entrada de cine, casi el 30% son impuestos, y luego el 50% es pagado al distribuidor de la película. Con el remanente es insostenible sustentar la operación y experiencia de un cine: planillas, alquileres, mantenimientos, equipos, servicio, etc”, dijo tras señalar que solo se puede sostener este negocio con la suma de la venta de entradas y la venta de alimentos y bebidas.
Cabe recordar que en 2018 se dio la queja de dos cadenas de cine por la medida del Indecopi que permitía el libre ingreso de comida con similares características a las que vendían en sus dulcerías, por el impacto que esto generaba en su negocio.
Mercado
Lo que se busca hoy es un punto de equilibrio para que los cines vuelvan a operar. Pero, ¿de qué envergadura de mercado estamos hablando?
Según Apoyo & Asociados, durante el 2019 se recaudó en taquilla S/ 463.1 millones (alrededor de US$139.5 millones), 8.1% más que el 2018, explicado principalmente por mejores estrenos. Pero este año debido a la pandemia la industria facturó hasta el mes de junio S/ 76.1 MM (S/ 238.7 millones en similar periodo del año anterior).
Ernesto Aramburú, director ejecutivo de A&M Gestión y Desarrollo, refiere que del total de facturación, Lima se lleva el 65%; se trata de un mercado que ya alcanzó un grado de madurez en crecimiento (los tickets avanzan 1.25% y en soles cerca de 3%).
“Es muy pronto para poder hacer una proyección de cuál sería la pérdida (por el cierre de salas), dado que estamos ante una primera potencial apertura y todo va a depender de los aforos que se autoricen”, refiere.
Ello también irá de la mano de que haya películas atractivas. “Se cancelaron los festivales de cine y casi no hay películas nuevas de estreno, hay varias anunciadas cuyo estreno se postergó”, anotó.
Un aspecto fundamental en esta etapa de reapertura es que el público pierda el miedo y retorne a las salas, dijo.
El experto señala que no se debe olvidar además la competencia que representan las plataformas de streaming.
Lo que no cambiaría sería la participación de mercado que en este momento se ostenta. La local Cineplanet lidera con 57.1% de la recaudación total del mercado y 296 pantallas; le sigue Cinemark con 16.5% del mercado y 102 pantallas; Cinestar con un 10.9% del mercado y 129 pantallas, entre otras, según un reporte de Apoyo & Asociados.
“Los porcentajes de participación de mercado se mantendrán muy similares en los próximos meses después de la reapertura y la venta irá creciendo poco a poco”, refiere Aramburú.
Sin embargo, hay síntomas de rebrotes de la pandemia y nuevas restricciones en otros países. “Eso puede hacer que volvamos a tener limitaciones de asistencia”, anotó.
Promociones
Y como la industria del cine se caracteriza por ser sensible a la situación económica y variación de ingresos de la población, las empresas del sector podrían apelar a promociones, una vez concretada su reapertura.
Antes de la pandemia, el precio de una entrada en el cine podía fluctuar entre S/ 8 y S/ 25.
“Seguramente habrá ofertas iniciales para atraer público, pero el cine es una distracción necesaria y muy apetecida en nuestro país, por lo que creemos que los tickets mantendrán su valor”, indicó Aramburú.
Lo importante para los cines será poder mantener el aforo con el lleno de las butacas. Antes de la pandemia, la ocupación peruana en cines estaba en 40%, en promedio, aunque esta cifra variaba según las zonas, siendo más alta en Lima Norte.