Las gigantes minas de cobre en el Perú tienen autorización para reanudar las operaciones tras probar sus credenciales de seguridad pandémica. Sin embargo, volver a la normalidad podría tomar algo de tiempo.
El jueves, la mina Las Bambas de MMG Ltd. dijo que está operando con “algunas fluctuaciones” mientras lucha por mantener a su fuerza laboral a plena capacidad debido a las restricciones gubernamentales sobre la movilidad de personas.
La semana pasada, Teck Resources Ltd. dijo que la mina Antamina operará a aproximadamente 80% de su capacidad con una fuerza laboral reducida y no volverá a su ritmo máximo hasta el próximo trimestre. Freeport-McMoRan Inc. contempla operaciones limitadas en su mina Cerro Verde hasta junio, antes de aumentarlas.
Perú, la nación minera de cobre más grande después de Chile, adoptó un enfoque más cauteloso frente al virus que su vecino del sur, cerrando gran parte de la industria durante dos meses. Eso ayudó a ajustar la oferta global justo cuando las fábricas chinas volvían a trabajar.
Ahora, las autoridades han autorizado que 91% de las grandes operaciones mineras reanuden la producción tras cumplir con los estándares de prevención y control de COVID-19, y están permitiendo que las minas más pequeñas y la exploración reinicien en una segunda fase de reapertura. A mediados de mayo, el Instituto de Ingenieros de Minas de Perú estimó que la producción volvería a su capacidad máxima a fines de junio.
Pero el país ha visto un aumento en el número de infecciones a medida que América Latina se convierte en un nuevo foco del virus. Esto ha llevado a las autoridades a mantener las cuarentenas en un esfuerzo por contener la propagación.
“Estamos monitoreando de cerca la situación en Perú y siguiendo los consejos de las autoridades gubernamentales. En esta etapa es difícil estimar cuánto tiempo pueden persistir las restricciones actuales”, dijo Andrea Atell, portavoz de MMG, por correo electrónico.