La puesta en marcha de la primera etapa del puerto de Chancay, programada para noviembre, será el inició de una oportunidad única para el país, que lo situará en el centro del comercio internacional en la nueva Ruta de la Seda que unirá Asia con Sudamérica. Pese a diversas teorías de sus orígenes, Gestión tuvo acceso a los peruanos que estuvieron al lado del Almirante Juan Ribaudo, desde el inicio de la creación del megaproyecto.
La obra inicia en 2007, cuando el Almirante en retiro Juan Ribaudo de la Torre, fundador de Pesquera Diamante, con más de 70 años de edad, decidió volver a emprender. Ese mismo, año convoca a el Almirante José Luis Noriega, un antiguo colega, para comentarle sobre su interés de construir un puerto en la bahía de Chancay.
Desde un inicio, el proyecto inicial del empresario era la construcción de un varadero en un terreno de 10 hectáreas que compró en Chancay, donde operaba una pequeña planta pesquera. Sin embargo, los resultados de un estudio batimétrico habían arrojado resultados de profundidad interesantes. Hasta ese momento, ninguno de ellos se imaginaría de la magnitud del proyecto que se conoce actualmente, ya que fue producto de diversas personas y organizaciones claves que este informe explica a continuación.
En mayo de ese mismo año, Ribaudo creó la empresa Chancay Port (CHP). En ese entonces, junto a Noriega, quien aceptó la propuesta de formar parte del equipo, iniciaron los estudios de factibilidad técnica, económica y de mercado. En 2008, se gestionaron acercamientos a importantes grupos económicos peruanos para su ejecución, pero no existió ningún interés concreto.
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Orígenes paralelos
Pese a estos antecedentes, esta historia tiene raíces paralelas que se remontan a inicios del 2002. En ese año, el puerto del Callao, la principal puerta de entrada y salida de Perú, enfrentaba una creciente crisis. La demanda global de minerales, alimentada por el auge económico de países como China, había llevado a un colapso en la capacidad del puerto. Los barcos, atrapados en largas esperas de hasta 20 días, enfrentaban costos logísticos elevados, por lo que abrió una ventana para la industria minera y portuaria del país.
José Ignacio de Romaña, por entonces gerente comercial de Compañía Minera Volcan, percibió la necesidad de una alternativa para su compañía. La sobrecarga en el Callao no solo era un problema logístico, sino una barrera para el crecimiento de la producción minera peruana, que prometía seguir en aumento.
Por tanto, mientras que el sector minero planteaba la construcción de una faja transportadora para la carga y descarga de los minerales en Callao, De Romaña buscaba alternativas mineras fuera del puerto. Una de ellas surgió al norte del Callao, en Ventanilla, promovida por la familia Vargas Loret de Mola, pero los estudios batimétricos y de pilotaje descartaron el proyecto. Asimismo, el proyecto de Santa Sofia Puertos del Grupo Romero, en la bahía de Ancon, también fue descartado en 2007 por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC).
En 2008, Andrés Orejas, yerno del Almirante Ribaudo, que venía acompañado a su suegro y al almirante Noriega desde el inicio del proyecto, toma conocimiento del interés del director de Volcan para encontrar un puerto alternativo al Callao. Por ello, reúne al Almirante Ribaudo, el Almirante Noriega y De Romaña en un primer encuentro, coincidiendo en un interés en común.
Ambas partes se dieron cuenta que la vocación de Chancay era un puerto multipropósito, y aunque la idea de un puerto exclusivo para minerales fue abandonada, el interés del ejecutivo de Volcan en el proyecto no disminuyó, por lo que llevó la propuesta a Roberto Letts, Presidente del Directorio de Minera Volcan, bajo el título “Volcan al 2015″.
En ese momento, Letts señaló que el proyecto era muy interesante, pero que prefería concentrarse en esos momentos solo en los temas mineros.
Si bien ese año no se concretó la sociedad con Volcan, Ribaudo y Noriega siguieron con los estudios de factibilidad, los que arrojan excelentes resultados y se continúa el proceso de ofrecer el proyecto y buscar un socio estratégico. Programaron el primer viaje a China en abril de 2009 conformando la delegación de empresarios que viajaron acompañando a Luis Gianpietri, Vicepresidente de la República en ese entonces, para la firma del TLC (Tratado de Libre Comercio) en Beijing.
Ese mismo año se presentó el proyecto a las principales empresas chinas del rubro marítimo portuario, incluso al propio Cosco, pero no hubo ningún interés firme. La principal traba era la falta de estudios de impacto ambiental (EIA) aprobados.
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Volcan como socio estratégico del proyecto
Para el 2010, el Almirante Ribaudo y Almirante Noriega continuaron en la búsqueda de un socio estratégico, viajando para ofrecer el proyecto a empresas en Singapur, Hong Kong, España, USA, Brasil y Chile; sin embargo, no se logró concretar ningún acuerdo, pese a sostener conversaciones avanzadas con un grupo chileno.
En ese mismo, año, se retoma una nueva conversación entre Andrés Orejas y José Ignacio De Romaña, notificando que el proyecto aún no había conseguido un socio. Por ello, consiguen retomar las conversaciones y llegan a un entendimiento en común.
Con el despertar de las conversaciones, De Romaña pone en carpeta nuevamente la asociación con Chancay Port frente al directorio de la minera, quien termina por aprobar la inversión en el puerto. En ese entonces, el presidente del directorio era José Picasso Salinas.
En mayo de 2011, se formalizó la creación de Terminales Portuarios Chancay (TPCH). La nueva empresa, una sociedad al 50% entre la Compañía Minera Volcan y Chancay Port, inició el desarrollo del proyecto.
Uno de los primeros aportes de Volcan al proyecto, fue el mirar los arenales de Chancay, donde había unas antiguas granjas de pollos, planteándose abandonar la compra de tierras en los alrededores al bofédal de Chancay, para enfocarse en la compra de los arenales. Esta tarea fue encargada al socio Volcan, para lo cual se creó la Empresa Roquel y que logro adquirir cerca de 840 hectáreas de terreno, lo que hoy se conoce como Chancay Park.
Esta compra de tierras creó un nuevo reto para los socios del proyecto: unir el puerto con la Zona de Actividades Logísticas, sin perturbar a la comunidad de Chancay. El primer planteamiento fue el realizar un zanjón por las vías existentes y luego taparlo, propuesta que fue reemplazada por una más costosa pero menos perturbadora para los chancayanos. Fue así que decidieron proyectar el túnel que une ambas áreas.
En los años siguientes, el proyecto avanzó con una serie de hitos importantes. En abril de 2013, se produce el lamentable fallecimiento de Juan Ribaudo. Pese a ello, el Almirante Noriega continuó liderando el proyecto y, en diciembre del 2014, se aprueba el estudio de impacto ambiental, dando inicio a los trabajos de movimiento masivo de tierras y voladura de cerros en el área del proyecto.
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Contacto con Cosco Shipping Ports Limited
Tras ello, Luis Felipe Sánchez, ingeniero que trabajaba para Volcan, fue nombrado en 2014 encargado de la supervisión del proyecto de licitación del puerto. Un año más tarde, se modificaron el diseño y el Estudio de Impacto Ambiental para incluir el túnel de 1,800 metros de largo.
Meses después, la compañía lanzó una licitación internacional para la construcción e implementación del proyecto portuario. Uno de los postores fue la empresa CHEC, cuyo representante fue Tang Zhongdong
En ese proceso, él le comenta a José Ignacio De Romaña que el Señor Tang está interesado en que viajen a China, con el objetivo de que conozcan las grandes empresas chinas con la posibilidad de mirar a una futura asociación. En ese entonces, Sánchez prepara un borrador de carta para enviársela a Tang, para que invite al directorio de Volcan y Chancay Ports a visitar Shangai y Beijing.
La gestión se organiza en menos de una semana y viaja toda una delegación para conocer a Tang, quien presentó a los profesionales peruanos a quien sería su futuro socio desde el 2017: Zhang Dayu, de la empresa COSCO Shipping Ports Limited (CSPL), quien quedó con el encargo de su grupo de en el futuro negociar lo que es hoy el puerto de Chancay.
Transcurría el 2016, año donde la minera Volcan compra las acciones a los herederos de Juan Ribaudo y asume la propiedad del 100% de TPCH.
Para el 2017, se continúan trabajos de movimiento de tierras y plataformado en el área del proyecto. Se completó la totalidad de los permisos técnicos y administrativos y el proyecto queda listo para iniciar las obras de su primera etapa.
Después de ejecutar diversas negociaciones en Shangai, Beijing, Grecia, Abu Dabi, Valencia, Róterdam y Madrid, lideradas por José Picasso, presidente del directorio de Volcan en ese entonces, José Ignacio de Romaña, un equipo de abogados internos, bajo la responsabilidad de Alfonso Rebaza, Doctor Alfredo Gastañeta, del estudio García Sayán, Todd Crider, de Simpson Thacher NY y Peter Hournung, del Banco Lazard, se firma en 2019 el acuerdo con COSCO en calidad de socio mayoritario en Davos (Suiza), mediante la emisión de acciones.
Este paso, fue clave, ya que su nuevo socio visualiza a Chancay como el puerto de entrada del comercio del Asia a Sudamérica.
En julio de ese mismo año, se realizan modificaciones al proyecto y al estudio de impacto ambiental para construir simultáneamente las tres primeras etapas del Plan Maestro. Un año después (2020), comienzan las licitaciones para la construcción del túnel y de la infraestructura portuaria.
En 2021, se da inicio a la construcción, liderado por el Almirante Carlos Tejada, quien venía acompañando en toda la gestión al Almirante Noriega, y que en el 2019 debió asumir el liderazgo dado que el Almirante Noriega decidió dar un paso al costado y dejar la posta a sus 73 años.
El Almirante Tejada ha sido uno de los grandes gestores junto al Almirante Noriega y pieza fundamental en la construcción, puesta en operación y embajador del proyecto al día de hoy. Asimismo merece un capítulo aparte la gestión del Sr José Picasso en la relación con los pares de Cosco y la extensa negociación llevada a cabo.
Pese a que existen varias “narrativas” sobre la historia del Proyecto Chancay, el proyecto nunca fue una iniciativa de China o empresas extranjeras. Esta megaobra es el resultado de la visionaria idea del Almirante Juan Ribaudo De La Torre; que creó en el 2007 la empresa Chancay Port (CHP) y que luego encontró socios claves para desarrollar el proyecto.
Para la elaboración del presente informe, Gestión recabó información de primera mano por medio del Almirante José Luis Noriega, con quien Juan Ribaudo inicia el visionario proyecto. Asimismo, Andrés Orejas, yerno del Almirante Ribaudo y que fue eje fundamental para la conexión con José Ignacio de Romaña y su futura asociación con Volcán Cia Minera S,A,A. Todos han proporcionado información relevante para la preparación del presente relato, conjuntamente con el Ingeniero Sánchez, quien propuso el viaje a China, a través del Señor Tang.
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Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.
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