El mes pasado Twitter y Elon Musk llegaron a los titulares por una demanda interpuesta por la compañía el 12 de julio contra el empresario con el objetivo de que cumpla con comprar la compañía por US$44 mil millones.
Pero, ¿Cómo llegaron Twitter y Musk a esa situación y por qué?
Antecedentes
A comienzos del año, Elon Musk fue rápidamente adquiriendo acciones de Twitter, llegando a ser propietario de 9.6% de la compañía y, tras rechazar una posición en el directorio de la empresa, ofreció comprar un porcentaje de control de la empresa por el precio antes mencionado.
Las partes se pusieron de acuerdo y se elaboró un contrato de fusión entre Twitter y una empresa creada por Musk especialmente para dicha transacción.
Los Bots
Sin embargo, en mayo, Musk indicó que la realización del contrato se dejaría en pausa debido a que consideraba que más del 5% de usuarios de Twitter son bots.
Bots son cuentas que no son manejadas por humanos y que suelen dejar comentarios pre-programados en contenido con alto alcance y su presencia reduciría el valor de Twitter, dado que significaría que existen menos usuarios de verdad de los que se pensaba en la plataforma que, a su vez, pueden ser monetizados.
Luego de ello, el 8 de julio, Musk indicó que ejercería su derecho a anular el contrato, señalando que Twitter representó de manera errónea el número de bots en su portal, al decir que eran menos de 5%, y no le dio la información necesaria que se acordó en el contrato para determinar el número de cuentas manejadas por bots en la página, violando parte del contrato.
Ello, a su vez, hizo que el valor de las acciones de Twitter bajase en un 11% y, según la compañía, ha llevado a caos dentro de la compañía.
Musk y su equipo legal agregaron que, de un análisis preliminar, parecería que el número de bots en Twitter es “mucho más alto que 5%”. En una entrevista, Musk indicó que el número podía llegar a ser 10 veces lo que indicó Twitter.
En respuesta a ello, Twitter le dio a Musk acceso a todos los tweets hechos en la historia, incluyendo de que dispositivo se hicieron, frente a lo cual el equipo legal de Musk indicó que no podía realizar el análisis debido con dicha información.
Posibilidad Legal
Para poder anular un contrato de fusión empresarial por representar de manera errónea data sobre una compañía se necesita que dicha representación cree un “impacto material adverso”, como explica Devin Stone, profesor de derecho en Georgetown University.
Según explica Stone, un impacto material adverso puede ser, según las cortes de Delaware, que exista una reducción significativa a largo plazo con relación a las ganancias de la empresa siendo adquirida.
En ese sentido, Musk estaría tratando de alegar que la alta presencia de bots puede afectar la verdadera rentabilidad de Twitter a largo plazo.
Stone, sin embargo, aclara que, dado que Musk indicó que su objetivo era deshacerse de los bots para incrementar la rentabilidad de Twitter, el hecho de que existan más bots de lo que inicialmente se creía no debería tener un impacto negativo a largo plazo dado que, en todo caso, una vez que Musk se deshaga de los bots, como dijo que lo haría, la rentabilidad solo puede subir.
¿Qué puede suceder?
Según el contrato celebrado entre Twitter y Musk, los daños a pagar por la anulación del contrato equivalen a US$1 mil millones.
Sin embargo, parte del contrato también señala que, bajo ciertas conductas, una de las partes puede forzar a la otra a continuar con el contrato, por lo que, si Twitter es dada la razón en el proceso, Musk podría tener que comprar la compañía.
Según indica Stone, las cortes de Delaware son altamente céleres al tratar demandas por contratos de fusiones y adquisiciones por lo que es posible que el proceso haya llegado a su fin en menos de un año.
La jueza a cargo del proceso, Kathaleen McCormick, ya indicó fecha para el inicio del proceso presencial, indicando que se buscaba evitar que los posibles daños a Twitter continúen.
Cabe indicar que Musk ha interpuesto una contrademanda contra Twitter el viernes pasado. Sin embargo, sus detalles aún no se conocen.