Patagonia, la marca de artículos y equipos de ocio al aire libre, se unió al llamado a boicot contra Facebook, acusada de no hacer lo suficiente para eliminar los mensajes de odio o incitación a la violencia en nombre de la libertad de expresión.
Patagonia se sumó a sus competidores The North Face y REI, que ya habían manifestado su intención de responder al llamado a los anunciantes a boicotear Facebook en el mes de julio.
El llamado fue lanzado la semana pasada por asociaciones para la defensa de estadounidenses negros y de la sociedad civil.
Bautizada #StopHateForProfit (“No al odio por las ganancias”), la campaña tienen el apoyo de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), ColorOfChange, ADL (Anti-Defamation League, una organización judía), FreePress y Sleeping Giants.
Su objetivo es conseguir una mayor regulación de los grupos que incitan al odio, el racismo y la violencia en la primera red social del mundo.
“Patagonia se enorgullece de unirse a la campaña Stop Hate For Profit”, tuiteó la marca.
“Inmediatamente dejaremos de anunciar en Facebook e Instagram, al menos hasta finales de julio, mientras esperamos que el gigante de las redes sociales tome medidas reales”, agregó.
The North Face la había precedido el viernes: “Nos unimos a irnos”, tuiteó, y agregó más tarde que su decisión incluía a todas las plataformas de Facebook.
El impacto financiero de esta convocatoria es por los momentos difícil de cuantificar, pero representa solo una pequeñísima porción de los ingresos de Facebook, que obtiene la mayoría de sus enormes beneficios (US$ 18,500 millones en el 2019) de la publicidad online.
Las asociaciones critican a Facebook especialmente por haber incluido al sitio Breitbart, cercano a la extrema derecha estadounidense, entre sus medios asociados para su hilo de noticias.
Más recientemente, han fustigado la negativa de su presidente, Mark Zuckerberg, a moderar los mensajes polémicos de Donald Trump, que ya Twitter, muchos observadores y empleados de Facebook han catalogado como incitadores de la violencia.
Los mensajes del presidente de Estados Unidos por los que saltó la polémica se referían a las protestas y disturbios que siguieron a la muerte de George Floyd, un afroestadounidense que fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis.
El asesinato condujo a una movilización sin precedentes en las calles y en las redes contra el racismo sistémico.
Desde entonces, muchas compañías anunciaron donaciones o lanzaron iniciativas para mostrar solidaridad con estos movimientos antirracistas, incluido Facebook.