Desde Suiza, Glencore anunció un incremento de su utilidad neta atribuible en 248% a US$ 17,320 millones el 2022. Sin embargo, su nuevo récord fue opacado en Perú por otro suceso del propio grupo. A seis años de haber tomado el control de Volcan, informó el inicio de la venta de su participación en esta minera peruana, en un contexto marcado por factores globales y locales.
La transnacional suiza realizó el anuncio en su reciente conferencia de reporte de resultados y así lo comunicó al Directorio de Volcan, el segundo mayor productor de zinc y plomo del Perú, con 11% y 9,7% del total nacional el año pasado.
“En el cuarto trimestre del 2022, Glencore comenzó un proceso de exploración de la posible disposición del 23.3% de su participación en el capital Social de Volcan Compañía Minera”, indicó.
Horas después, la negociación de las Acciones Comunes Clase “A” y Clase “B” de Volcan fueron suspendidas en la Bolsa de Valores de Lima.
Aunque la participación (23.3%) de Glencore en el capital social de Volcan no es mayoritaria, sí comprende el 55.03% de las acciones comunes Clase A, lo cual, en la práctica, le da hasta el momento el control de la minera peruana, al tratarse de acciones con derecho a voto.
Consultado por el impacto de la eventual salida de Glencore en los proyectos de Volcan, esta empresa precisó que cualquier información sobre la operación será proporcionada por el grupo suizo, pero que las actividades mineras en Perú no se han detenido.
“Nos encontramos 100% enfocados en seguir maximizando el valor de la compañía. En ese sentido, nuestras operaciones siguen adelante con total normalidad, y se mantienen al margen de cualquier cambio en la estructura accionarial de la compañía”, manifestó a Gestión.
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Factores de negocio y coyuntura local
Si bien Glencore no reveló los pormenores y razones de la posible venta, el suceso coincide con un plan iniciado por la minera hace varios años. En el 2015, señaló que vendería nuevas acciones para reducir su deuda, que llegaba a US$ 29,600 millones.
Desde ese momento, comenzó procesos de venta de minas de cobre en Australia y Chile, cedió su negocio de zinc en Bolivia e hizo lo propio con su producción futura de plata en Antamina, en Perú.
Sebastián Cruz, analista senior de Renta Variable en Seminario & Cia, señaló que los motivos oficiales de la anunciada operación se desconocen. Sin embargo, recordó que el grupo suizo ha tenido problemas de inflación y conflictos sociales “pos pandemia” en países como Perú y Kazakhstan.
Asimismo, recordó que Glencore planeaba realizar un aporte de capital para reducir deuda en Volcan. Sin embargo, esta nueva apuesta se habría enfriado por la coyuntura política y de movimientos anti mineros en los últimos tres años.
“De hecho también hay razones económicas que ellos solo conocen. Cuando los precios están bajos (la empresa) se estresa porque tiene un capex alto de mantenimiento, aunque con los precios actuales se soporta. Todo esto podría haber llevado a una decisión de salida”, declaró a Gestión.
Recordó que la compra de acciones de Glencore a Volcan causó gran suceso por el monto de la operación. En el 2017, refirió que el grupo pagó hasta S/ 3.50 por cada acción que valía S/ 1. Así, completó una transacción por US$ 734 millones.
Aunque el valor de estas acciones pudo haber bajado a la fecha, recalcó que Glencore ya generó negocio con la comercialización de concentrados de Volcan. Y es que, para el grupo suizo, la ganancia proviene del trading y no de la retención de los activos, dijo.
Por su parte, el analista de Inversiones en Kallpa SAB, Anthony Hawkins, estimó que la intención de Glencore de vender su participación en Volcan responde a que la empresa matriz está continuando sus esfuerzos de simplificar su modelo de negocio, vendiendo varios activos pequeños y poco rentables en los últimos años.
“Volcan últimamente no ha tenido buenos resultados corporativos, presentando pérdidas netas consecutivas en los últimos tres trimestres. Ello, debido a una tendencia bajista en los precios del zinc y plata, que conjuntamente representan el 80% de sus ventas; y a un incremento del cash cost dado las presiones inflacionarias a nivel global”, dijo.
Asimismo, agregó que Volcan se encuentra fuertemente apalancada con una deuda financiera de US$ 812 millones.
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¿Asoma posible interesado?
En medio del anunció de Glencore y su trascendencia en la plaza bursátil de Lima, el nombre de un posible postor empezó a escucharse. Por varias condiciones, Nexa Resources -con operaciones en Perú y Brasil- podría ser un potencial interesado.
Al respecto, Cruz precisó que no existe alguna información oficial; sin embargo, recordó que el actual CEO de Nexa, Ignacio Rosado, fue también CEO de Volcan.
“Conoce los activos de Volcan, pero ahora son solo especulaciones (las intenciones de compra). Financieramente podría ser posible, pero el interés deberá manifestarlo Nexa”, anotó.
Por su parte, Hawkins explicó que Nexa es una empresa polimetálica similar a Volcan. Es más, en Perú, ambas están entre los tres primeros productores de zinc y plomo. Sin embargo, precisó que ello no necesariamente lo hace un posible comprador.
“Además, Volcan significaría una inversión de alto riesgo debido a su baja rentabilidad. Recalcamos que al día de hoy no hay información alguna sobre un posible comprador”, añadió.
Sin embargo, más allá de una posible venta de Volcan, Glencore todavía tiene en Perú participación en Antamina (Ancash), Antapaccay (Cusco) y Perubar (Callao), empresa de almacenamiento, mezcla, acondicionamiento y embarque de concentrados de minerales.
Resultados y proyecto futuro
En el cuarto trimestre del 2022, las ventas de Volcan antes de ajustes disminuyeron 13.7%, a US$ 228.2 millones, respecto al mismo periodo del 2021, debido principalmente por la reducción de los precios de los metales de la empresa y por términos comerciales menos favorables en el mercado internacional del zinc.
Por su parte, la utilidad antes de excepcionales pasó de US$ 37.7 millones a US$ 0.4 millones, principalmente por las menores ventas, el incremento del costo de producción y el aumento de la depreciación y amortización, y a los mayores gastos de exploraciones greenfield y brownfield. En tanto, el Ebitda cayó 47.6% a UD$ 59.6 millones.
De otro lado, sus inversiones totales aumentaron 12.4%, pasando a US$ 78.7 millones, debido principalmente a las inversiones de crecimiento relacionadas al proyecto polimetálico Romina (Huaral), que demanda US$ 150 millones.
En la cartera de inversiones mineras del Perú, Romina figura entre los cinco próximos proyectos que entrarán en producción. El inicio de la construcción está previsto para el 2023 y su operación para el 2025.