El director ejecutivo de Black Rock Inc., Larry Fink, dijo que es probable que la mayoría de las empresas del criptomercado fracasen tras el colapso de FTX.
“De hecho, creo que la mayoría de las empresas ya no estará”, dijo el miércoles Fink durante una amplia entrevista en la cumbre DealBook del New York Times.
BlackRock, la firma de administración de activos más grande del mundo, se encuentra entre las empresas financieras afectadas por la quiebra de la bolsa de criptomonedas con sede en Bahamas fundada por Sam Bankman-Fried, quien tenía previsto hablar en el mismo evento más tarde en el día.
BlackRock, que supervisa alrededor de US$ 8 billones, invirtió aproximadamente US$ 24 millones en FTX a través de un vehículo llamado fondo de fondos, dijo Fink, que durante mucho tiempo se ha mostrado escéptico de las criptomonedas.
Administradores de fondos desde Wall Street hasta Silicon Valley invirtieron miles de millones de dólares en FTX, elevando su valoración hasta US$ 32,000 millones antes de que implosionara este mes.
Desde entonces, empresas como Sequoia Capital y Tiger Global Management han reducido sus participaciones a cero tras el quiebre de FTX y más de 130 entidades afiliadas.
Fink, de 70 años, dijo que todavía ve potencial en la tecnología que subyace a las criptomonedas, como la liquidación instantánea de valores y la votación simplificada de accionistas.
Por otra parte, Fink dijo que ha estado trabajando para contrarrestar las críticas de todo el espectro político por el apoyo de BlackRock a la inversión sostenible.
Los republicanos han tomado represalias contra la adopción por parte de su empresa de lo que han descrito como capitalismo “consciente”, mientras que tanto demócratas como activistas ambientales han apuntado sus dardos hacia BlackRock por invertir en productores de combustibles fósiles.
En ese contexto, BlackRock inyectó montos récord de dinero en campañas políticas estadounidenses este año. Fink dijo el miércoles que ha pasado mucho tiempo en Washington para “corregir el discurso”.