La extensa investigación Lava Jato en Brasil sobre los pagos para asegurar negocios con Petróleo Brasileiro SA a principios de la década de 2010 reveló cómo una unidad del gigante de materias primas Glencore Plc supuestamente aseguró contratos de suministro de combustible marítimo.
Chemoil Energy, con sede en Singapur, que Glencore acordó comprar a fines del 2009 y cuyo control asumió por completo el año siguiente, supuestamente pagó a funcionarios del gigante petrolero estatal en el 2010 y 2011 para obtener contratos favorables de petróleo, según documentos divulgados recientemente por un tribunal de Brasil.
Los sobornos fueron pagados a operadores de Petrobras por intermediarios y el exoperador de Chemoil, Emilio Heredia, quien en marzo se declaró culpable de conspirar para manipular el mercado del fuel oil en otro caso investigado en Estados Unidos.
La investigación Lava Jato ha enviado a la cárcel a decenas de políticos, operadores, corredores de divisas y directores ejecutivos desde el 2014, poniendo en el foco las prácticas comerciales corruptas y a empresas líderes como Glencore para reducir el uso de intermediarios.
Las investigaciones en EE.UU., Suiza y otros países también han vinculado los negocios en nombre de las principales comercializadoras de petróleo a la corrupción en diferentes partes del mundo.
En Brasil, Vitol Inc., Trafigura Group y Glencore fueron acusadas de pagar un total de US$31 millones en sobornos a funcionarios e intermediarios de Petrobras entre 2011 y 2014.
Glencore está cooperando plenamente con las autoridades y también ha designado un comité para supervisar la respuesta a las investigaciones en nombre del directorio de la empresa, dijo el portavoz Charles Watenphul. Petrobras también ha colaborado con las investigaciones durante años y ha implementado prácticas de gobernanza más estrictas.
Vitol ha dicho repetidamente que está cooperando con las diversas investigaciones y que no tolera la corrupción. En 2020, Vitol acordó resolver las acusaciones de participación en un plan de sobornos en Brasil, México y Ecuador por US$160 millones.
Trafigura ha negado las acusaciones de las autoridades brasileñas, y ha dicho que estas no están respaldadas por pruebas. La compañía ha señalado que tiene una política de tolerancia cero con el soborno y la corrupción, y sistemas de cumplimiento sólidos que satisfacen los estándares internacionales.
La investigación Lava Jato se basa en correos electrónicos, transcripciones de chats de internet y el testimonio del exoperador de Petrobras Rodrigo Berkowitz, conocido por el nombre en clave de ‘Batman’. Los hallazgos recientes incluyen detalles sobre la participación de Chemoil.
Berkowitz dijo a los investigadores brasileños que Heredia de Chemoil acordó pagar un soborno de 30 centavos por barril durante una reunión en una conferencia en Miami en el 2010. Chemoil estaba buscando fuel oil búnker para abastecer embarcaciones en el golfo de México de EE.UU., según el testimonio de Berkowitz en el documento judicial.
En el 2011, el esquema continuó con un agente diferente, un intermediario que compraba fuel oil en nombre de Chemoil. En las conversaciones de chat, los actores se escondieron detrás de nombres en clave y palabras clave. Los sobornos a veces se llamaban ‘feijoada’, la palabra portuguesa para un guiso brasileño de frijoles negros.
En un tribunal federal de San Francisco a principios de este año, Heredia se declaró culpable de manipular los precios del fuel oil entre el 2012 y 2016 cuando trabajaba para Glencore.
Berkowitz se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero en un tribunal federal de Nueva York en 2019 y fue liberado con una fianza de US$ 500,000. El exoperador, que devolvió a Petrobras unos US$ 333,000 de dinero mal habido, estaba colaborando con las autoridades. Según un expediente judicial anterior, vivía en Houston y conducía para Uber.