Antes de finalizar el mes de octubre, se anunció que H.I.G. Capital, la firma global de capital privado con más de US$ 45,000 millones de activos bajo administración, adquirió participación mayoritaria en Ransa, la plataforma de logística tercerizada que por más de 80 años estuvo en manos del conglomerado peruano Grupo Romero.
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Tomando en cuenta que la transacción incluye los negocios de los ocho países y 34 ciudades en donde Ransa está presente, y que la entonces empresa peruana había anunciado sus planes de seguir creciendo y afianzándose en la región andina y en Centroamérica, ¿cómo afecta el ingreso de H.I.G. Capital dichos planes? y, ¿de qué manera este ‘deal’ impactará en el mercado logístico peruano?
Para empezar, Manuel Carpio-Rivero, profesor de Pacífico Business School, sostiene que aunque la negociación no ha sido sorpresiva debido a que, desde hace algunos años, Ransa ha sostenido conversaciones con varias empresas interesadas en su compra; con la participación mayoritaria de H.I.G. Capital tendrá mayor capital para hacer frente a los desafíos operacionales y estratégicos que tiene por delante.
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“Si bien, Ransa tiene una larga trayectoria en el sector logístico, también es cierto que en los últimos años dejó de ser competitiva y capaz de adaptarse a las necesidades de sus clientes. El Ransa de antes era una organización flexible y ágil, tengo la impresión de que los cambios estructurales y organizacionales que hicieron la convirtieron en una empresa lenta, pesada y sin una estrategia clara”, afirma el especialista en logística.
En ese sentido, como señala Víctor Hugo Nuñez, docente de la Facultad de Ingeniería de la UPC, resulta evidente que “Ransa necesitaba inversión de capital de riesgo para soportar sus estrategias de crecimiento y que debía recurrir a una empresa global como H.I.G, que se consolida como un gran inversor en el mercado latinoamericano”, más aun cuando no es la primera vez que intentaba vender sus acciones en el mercado internacional y ya había hecho un primer intento en el 2012.
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Impacto en el mercado peruano
Con relación al impacto que esta reciente operación debería tener en el mercado logístico peruano, Manuel Carpio-Rivero y Víctor Hugo Nuñez coinciden en que debería ayudar a que el Perú sea más competitivo en términos logísticos.
“El mercado peruano puede ganar un Ransa renovado, en un mercado cada vez más competitivo y altamente cambiante. Esto último requiere de una flexibilidad y customización que Ransa claramente había perdido”, indica Carpio-Rivero.
Mientras que Nuñez considera que el haber “logrado inyección de capital, le permitirá soportar sus estrategias de crecimiento en un escenario de riesgo, sobre todo en sectores como el de minería”, por lo que “los competidores regionales [de Ransa] estarán a la espera de resultados”.
Sobre todo porque, como señala Carpio-Rivero, esta operación debería de ayudar –en principio– a que el Perú sea más competitivo en términos logísticos. “El costo logístico en el Perú, que es un mercado significativamente complejo, es elevado en comparación con otros países y eso nos quita competitividad”, añade.
Y aunque existen razones de peso para no perder de vista a los competidores regionales, el especialista en logística asegura que “sería un error no mirar a los competidores en el mercado local, que son peruanos, han sabido leer bastante bien al mercado, conocen las necesidades de los clientes y eso los sitúa en una posición muy privilegiada”.
Por esa razón, Carpio-Rivero considera que “H.I.G. va a tener que ser muy cuidadosa en la definición de su estrategia para crecer en el mercado peruano”.
Lo que se viene
Precisamente, sobre el ingreso de un jugador como H.I.G. Capital para –como la misma empresa lo ha dicho– enfrentar la nueva fase de crecimiento de Ransa, Carpio-Rivero supone que al ser un fondo de inversiones tendrá una mirada diferente del negocio.
“Me parece que le dará esa agilidad que [Ransa] tanto necesita para responder a las necesidades del mercado además, claramente, del capital de trabajo que requiere toda organización con planes de crecimiento. H.I.G. es un fondo de inversiones y, como tal, tiene mucha experiencia en convertir una organización con mucho potencial, pero pesada y lenta, en una organización ágil, eficiente y sobre todo rentable”, dice.
Pero, también advierte que “a pesar de la experiencia de H.I.G. en el mundo de la logística en diferentes partes del mundo, factores como nuestra geografía, idiosincrasia, cultura, informalidad, falta de legislación en algunos ámbitos y perfil de los profesionales, deben de tomarse en cuenta antes de intentar aplicar una receta usada en otros entornos”.