La mayoría de las empresas peruanas evaluadas por Fitch Ratings no encara un riesgo inmediato de refinanciamiento, aunque ciertas compañías con perfiles más débiles podrían tener problemas para acceder a capital y cumplir con pagos de deuda en el corto plazo, dijo el miércoles la agencia crediticia.
Solo un 20% de las empresas de Perú tiene perspectiva negativa, de acuerdo a la evaluación de Fitch, que de todas formas resaltó la inestabilidad política en el país andino como un riesgo para las calificaciones soberanas, y por tanto, para el entorno empresarial.
“Esperamos que las empresas mejoren su posición de liquidez a partir del flujo de caja de sus operaciones en los próximos dos años”, dijo la agencia en una nota de investigación.
Pero al aludir a la agitación social y política de la nación sudamericana, la nota indicó que “una calificación soberana negativa podría afectar a las empresas evaluadas con un nivel ‘techo país’”.
Fitch añadió que espera una limitada actividad corporativa en el mercado de deuda internacional este año, en vista de que la buena parte de las necesidades de refinanciamiento se esperan para después del 2025.
La agencia estima que el sector corporativo del país enfrenta vencimiento de deuda por un total de US$ 3,100 millones y menos de US$ 1,600 millones están vinculados a operaciones bancarias.
Presión por protestas
Las violentas protestas en curso en Perú tienen el potencial de afectar los perfiles crediticios de algunos emisores corporativos, dijo Fitch Ratings también el miércoles.
“Es probable que un período prolongado de malestar social que afecte las operaciones de una empresa y, por lo tanto, reduzca los ingresos no compensados por el seguro o cualquier otra medida, conduzca a acciones de calificación negativas”, dijo la directora Julie García Seebach.
“Las empresas con operaciones significativas en áreas de convulsión social, o las empresas que dependen en gran medida del consumo interno o la producción de bienes y servicios, están más expuestas al riesgo de interrupción del negocio”, agregó.
Se considera que la mayoría de las empresas en los sectores de recursos naturales o minería tienen un alto riesgo comercial, ya que muchas de las minas del país están ubicadas en Cusco y Puno, y son propensas a ataques.
El malestar social en la región tiene el potencial de poner en grave peligro la cadena del gas natural, dejando un alto riesgo comercial para las empresas de servicios públicos y energía. Las empresas que dependen en gran medida del gas natural de Camisea, que suministra casi el 40% de la electricidad de Perú, también enfrentan un riesgo empresarial elevado.
El riesgo de negocio evaluado para cada empresa se incorpora a las calificaciones vigentes.