:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/UN5MNVY7MJE33LUYTWCR22XDBM.jpg)
Ferrari NV enfrenta su segunda crisis de liderazgo en poco más de dos años tras la abrupta renuncia de su líder ejecutivo, Louis Camilleri, lo que complica la transición del fabricante italiano de superdeportivos hacia la movilidad eléctrica.
El presidente John Elkann asumirá el cargo de líder ejecutivo de manera provisional. Tendrá que encontrar un nuevo directivo solo 30 meses después de elegir a Camilleri para suceder a Sergio Marchionne, quien murió en julio de 2018 por complicaciones después de una cirugía.
Camilleri, de 65 años, se marcha tras ser hospitalizado temporalmente por COVID-19. Ahora se está recuperando en casa y la infección no es la razón principal de su renuncia, dijo un portavoz de la compañía, sin dar más detalles. Camilleri también renunció del cargo de presidente de Philip Morris International Inc.
La inesperada renuncia llega en un momento difícil. La pandemia de coronavirus ha reducido las ventas de automóviles justo cuando la industria se aleja del motor de combustión interna, una característica clave de los automóviles Ferrari de alta potencia.
Se espera que la salida de Camilleri aseste un golpe a la cotización de Ferrari, que ha ganado alrededor de un 20% este año, para alcanzar el mejor rendimiento del índice Stoxx 600 de automóviles y piezas, dijo Angus Tweedie, analista de Citigroup.
La persona que asuma el cargo de líder ejecutivo se enfrenta a un listón alto, dijo Tweedie en un comentario a los clientes el viernes. Ferrari se enfrenta a dudas sobre si la compañía puede alcanzar sus objetivos de rentabilidad para 2022, con la introducción de nuevos modelos que incluyen el SUV PuroSangue y encauzando al fabricante de superdeportivos hacia una flota libre de emisiones.
Ferrari caía un 1% a las 9:10 a.m. en Milán, valorando a la compañía en unos 34,000 millones de euros (US$ 41,000 millones).
Camilleri era miembro del consejo de Ferrari cuando asumió el cargo para sustituir a Marchionne, quien murió a los pocos días de ser reemplazado. Marchionne orquestó la escisión de Ferrari en el 2016 de Fiat Chrysler Automobiles NV, donde también ocupó el cargo de líder ejecutivo.
En dos años y medio como líder ejecutivo, Camilleri supervisó la transformación de Ferrari a una marca de lujo de pleno derecho. Renovó la gama de Ferrari para poder seguir aumentando los precios. La compañía introdujo cinco nuevos modelos en el 2019, lo que ayudó a aumentar las ventas anuales a más de 10,000 unidades por primera vez.
“Como miembro durante largo tiempo de la junta de Ferrari, Louis mostró un inquebrantable sentido de responsabilidad que garantizaba la continuidad de nuestra organización, mientras guiaba a Ferrari hacia adelante con un plan estratégico ambicioso y con visión de futuro”, dijo Elkann en una carta a los empleados.