La Compañía Universal Textil, conocida por las confecciones de telas y uniformes escolares, bajo la marca Polystel, con el lema: “Se mantiene joven, aunque pasen los años”, se encuentra en un proceso de reconversión industrial para convertirse en una comercializadora.
¿A qué se debe este proceso de cambio? La Compañía Universal Textil, del Grupo Romero, tomó esta decisión debido a que las pérdidas registradas superan el 50% de su capital social, por ello iniciaron la migración de la totalidad de sus tejidos de producción nacional a importados y la tercerización local, desde setiembre del 2018.
“La finalidad es convertirnos en una empresa comercializadora de tejidos a través de la importación de los mismos”, sostiene la empresa a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV)
En el último año, la empresa cerró el área de tejeduría, vendió el área de confecciones, cerró la tintorería y la planta industrial de la Av. Venezuela, en Breña.
De la misma manera, se mudaron a locales de la comercializadora, ubicados en Gamarra y Lurín.
Entre otros aspectos, Compañía Universal Textil, detalla que han reducido sus inventarios (valor de sus productos almacenados) de S/ 40 millones a S/ 20 millones; y la deuda de S/ 41 millones a S/ 32 millones, en el último año.
Despido colectivo pendiente de aprobación
Todo este proceso ha llevado a Compañía Universal Textil a reducir su personal en un 76%, de 527 a 126 trabajadores.
“Se ha venido ofreciendo incentivos económicos a los trabajadores con el fin de generar el menor impacto económico en sus familias y paralelamente se ha iniciado un procedimiento de terminación colectiva de contratos de trabajo por causas objetivas”, sostiene la empresa.
Sin embargo, detallan que a la fecha 76 trabajadores han optado por no aceptar los incentivos ofrecidos.
Además, indican que la solicitud de terminación colectiva de contratos de trabajo por causas objetivas presentada el 04 de enero del 2018, aún no ha sido aprobada por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
“Nuestra solicitud se encuentra enmarcada dentro de los supuestos que recoge la legislación, por lo que debió ser aprobada de inmediato, sin embargo, se ha incurrido en dilaciones innecesarias a tal punto que el plazo para responder nuestra solicitud ha vencido largamente”, indica la empresa.
Ante ello, sostienen que esta demora viene generando sobrecostos laborales mes a mes que agravan aún más la situación económica de la empresa.
Ventas realizadas y en proceso
En la venta de sus activos reportan ingresos por US$ 2.2 millones, por la venta de insumos de la división de confecciones, de US$ 1.0 millón por activos excedentes de hilanderías; US$ 1.5 millones por tejeduría y US$ 1 millón en tintorería.
¿Qué falta vender? En cartera se encuentra pendiente la venta de sus instalaciones que se ubican en la Av. Venezuela, encargado a la empresa Corretaje Inmobiliario, desde marzo del 2018.
La empresa informó a la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV) que los activos correspondientes a las áreas ya cerradas (Hilatura, Tejeduría y Tintorería) cuentan con algunas máquinas pendientes de venta.
[Esta nota fue publicada el 28 de abril]