Costeño Alimentos, del grupo Camil, es optimista en los resultados que obtendrá este año. Así, ha reactivado una serie de inversiones para dos de las cuatros plantas que tiene en el país. Jorge Alfaro, gerente general de la compañía, en diálogo con Gestión, brindó detalles de estos desembolsos.
¿Cómo cerraron las ventas de Costeño Alimentos el año pasado?
Fue un año difícil en el que hemos cerrado con una caída del 2%. Nuestro core de negocios es el arroz con aproximadamente un 85% de representatividad de las ventas, pero en general, todas las categorías se han visto afectadas por la situación del país.
¿Qué regiones son las principales compradoras de arroz?
Tenemos a la zona norte y sur del país.
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Entonces, ¿fue importante el impacto de las protestas en el sur?
Sí, nos afectó considerablemente en la macrorregión sur, sobre todo, porque tenemos un centro de distribución en Arequipa desde donde atendemos a Madre Dios, Cusco, Tacna, Moquegua y a la misma Ciudad Blanca.
¿Qué procesos se vieron interrumpidos?
En la planta de Arequipa hacemos todo el proceso para el embolsado del insumo (arroz) que llega del norte, pero también recibimos productos ya terminados de la planta de Callao como es el azúcar, aceite, galletas y los alimentos que mantenemos en el portafolio.
¿Cuánto fue la pérdida en este periodo?
La facturación de enero en la macrorregión sur fue de 50% menos. Esta parte del país representa más o menos el 4% de las ventas totales.
¿Cuáles son las perspectivas para el arroz en este contexto de lluvias en el norte del país?
No sabremos el real impacto de las lluvias sobre los cultivos de arroz hasta por lo menos en dos semanas, cuando los estragos de las precipitaciones también se reduzcan. Muy probablemente los resultados se vean en la siguiente campaña de cosecha, la cual será en unos meses.
¿Habrá incremento de precios?
No lo estamos considerando, lo que más nos preocupó fue el traslado del producto. Hemos sido afectados por la interrupción en el puente Sechín (en Casma), pues no se ha podido hacer el tránsito del producto del norte del país a Lima. Sin embargo, hemos tenido un stock en las plantas del Callao.
Inversiones
¿Tienen inversiones previstas para este año?
Tenemos inversiones canalizadas para San Hilarión (San Martín) y Sullana. En Sullana hemos adquirido un terreno al costado de la planta, donde, en una primera etapa, vamos a generar un centro de distribución y, en una segunda etapa, un crecimiento de líneas de secado y de almacenaje estático. En San Hilarión cambiaremos la maquinaria del molino y nuestra capacidad estática de almacenaje.
¿Cuál es el monto de la inversión?
Vamos a invertir US$ 3.1 millones en Sullana y en San Hilarión US$ 2.4 millones. En total, US$ 5.5 millones.
Esto implicará un aumento de la producción...
Un aumento en el volumen de producción y un incremento de arroz cáscara en Sullana y en San Hilarión. Además, vamos a salir con nuevos productos (relacionados al arroz) más o menos en junio. Por el momento, no puedo dar más detalles.
¿El arroz a granel ha tenido una mayor demanda?
Ha sido igual para todos los productos en tamaños y envases. No solo afecta la situación económica, sino también la informalidad.
Perspectivas
¿Cuál es la proyección de crecimiento para este año?
Apuntamos a un aumento de 8% con respecto al 2022, impulsado en parte por una serie de inversiones y lanzamientos que tenemos planeados.
¿Qué nuevos lanzamientos se preparan?
Acabamos de lanzar la marca de arroz Saman de 25 kg. También las galletas de arroz en empaque personal en los tres sabores (clásica, dulces y finas hierbas) y el sazonador pop corn —antes solo en mantequilla y caramelo— en un sabor nuevo de queso.
El arroz en presentación de 25 kg busca dar más opciones al consumidor en la actual coyuntura...
Estamos dando esa facilidad al comerciante y al consumidor, de tal modo que pueda tener alternativas más económicas en tamaño de envase. Respecto a las galletas, hemos pensado en las loncheras de los hijos y el consumo personal.
¿Los formatos de 25 kg se venden más que los de 50 kg?
Depende del canal. Por ejemplo, el formato de 5 kg sigue siendo el principal que se vende en las cadenas de autoservicios. El formato de 1 kg y 750 g en el canal bodegas y, en el mayorista, hay un mix de 50 kg, 5 kg, 1 kg y 750 g. El canal tradicional representa cerca del 50% de las ventas.
Uno de sus lanzamientos fue la harina de arroz...
La harina de arroz está más pensada en un nicho de mercado que son los celíacos, pues generalmente, el consumo es más de harina de trigo. Creo que nos ha ido bien, dentro de las expectativas.
¿Sigue escalando el consumo de este producto?
Se está manteniendo, no está creciendo. Esperamos que cuando mejore la situación económica, crezcamos con esta harina en el mercado.
¿Los consumidores están optando por arroces más económicos?
Claro. Algunos sectores están migrando a arroz más económico dentro de las mismas marcas. Igual, consideramos que no ha caído el consumo per cápita de arroz.
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Precios
¿Cómo manejaron el alza de costos en el arroz?
El aumento del precio al consumidor no está en el orden del costo de materia prima que hemos tenido; por ello, como empresa asumimos parte de esos costos, bajando nuestra rentabilidad.
¿Cuánto se elevaron los costos?
Los costos se incrementaron alrededor del 20%, influenciado por el alza del arroz nacional. Los agricultores —de Sullana y San Martín— han tenido costos elevados en abonos y fertilizantes, principalmente, en la urea.
¿Qué porcentaje es el que sí se trasladó al consumidor?
Aproximadamente un 50% del incremento del costo de la materia prima.
¿También importan arroz?
Sí. El 70% es arroz nacional y el 30% es arroz importado traído de Uruguay, donde nos impactó el costo logístico y el tipo de cambio.
HOJA DE VIDA
Nombre: Jorge Alfaro
Estudios: Marino
Otras actividades: Consultoría empresarial
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