Incluso en una industria devastada por la crisis del coronavirus, las aerolíneas latinoamericanas se destacan.
Cinco de las aerolíneas más grandes de la región, Latam Airlines Group, Gol Linhas Aereas Inteligentes, Azul, Avianca y Volaris, han visto desaparecer US$ 12,000 millones de su valor de mercado desde finales de enero. En promedio, sus acciones han caído 78% en términos de moneda local, más que todos los 23 miembros del Índice Bloomberg World Airlines. El indicador global ha caído 45% en el período.
No se esperaba que las compañías latinoamericanas, que operan lejos de China y casi no tienen vuelos directos a Asia, sintieran los mismos impactos masivos que en otras partes del mundo cuando comenzó el caos del coronavirus a principios de este año. Las principales aerolíneas de la región ahora están cediendo junto con sus homólogas estadounidenses y europeas, lo que resalta la rapidez con la que la crisis ha afectado a toda la industria.
“Los inversionistas tenían cierta expectativa de que la región se salvaría”, dijo Reno Bianchi, analista de aerolíneas independiente en Nueva York. “Infortunadamente, eso no va a suceder. Nadie quiere volar a ningún lugar”.
Si bien hay inestabilidad en la industria, no todas las aerolíneas son creadas de la misma manera, y los inversionistas están apostando sobre qué compañías tienen una mejor oportunidad de supervivencia y cuáles podrían ser las primeras en caer. La panameña Copa Holdings y Azul, con sede en Sao Paulo, parecen estar en una posición relativamente mejor.
Los inversionistas parecen estar más nerviosos por la colombiana Avianca, cuyos rendimientos de bonos han superado 60%, y la mexicana Interjet, que generó ansiedad entre sus arrendadores después de que inmovilizó algunos de sus aviones Airbus SE. El bono en dólares de Gol con vencimiento en el 2025 se cotizaba a 35 centavos por dólar el miércoles, frente a 95 centavos a principios de mes.
Moody’s Investors Service rebajó el martes la calificación crediticia de Latam y Azul, con sede en Santiago, pasando a B1 desde Ba3, y designó que ambas eran riesgos crediticios altos. Grupo Aeroméxico SAB también fue rebajada más cerca al nivel de basura, mientras que la calificación de Gol fue sometida a revisión por un posible recorte.
Las de mayor riesgo
“No descartamos la posibilidad de problemas financieros si la situación de Covid-19 continúa escalando”, escribieron en un informe Fernando Abdalla y Guilherme Mendes, analistas de JPMorgan. “Avianca sería la compañía más arriesgada en ese sentido, considerando su elevado apalancamiento”.
La aerolínea con sede en Bogotá, que hace solo unos meses reestructuró la deuda y creó una estrategia de cambio de negocio, dijo que reducirá la capacidad hasta en 40% por el colapso de la demanda. Eso no ha tranquilizado a inversionistas, quienes citan los altos índices de apalancamiento de la compañía y la dependencia de los viajes internacionales, que representan aproximadamente 75% de los ingresos por pasajeros.
Los bonos de Avianca, con calificación de nivel de basura, con vencimiento en el 2023 han caído a 30 centavos por dólar, lo que deja los rendimientos en un profundo territorio de dificultad, según datos compilados por Bloomberg.
Los bonos de Aeroméxico con vencimiento en el 2025 también se han visto afectados, cayendo a un nuevo mínimo de aproximadamente 30 centavos y elevando el rendimiento por encima de 41%. La compañía, que considera a Delta Air Lines Inc. como su mayor accionista, se enfrenta a cerca de US$ 370 millones en pagos futuros y reveló US$ 480 millones en efectivo a fines del año pasado. Recaudó US$ 400 millones en mercados de deuda internacionales en enero y la administración ha reducido los vuelos internacionales en 40% y congelado algunas inversiones.
Moody’s escribió en una nota que la aerolínea está débilmente posicionada para una fuerte caída en la demanda de pasajeros, ya que es menos rentable que algunos pares y se enfrenta a la competencia de aerolíneas estadounidenses.
La aerolínea insignia de Panamá, Copa, estaría en la mejor posición para soportar la tormenta, en términos relativos. La compañía tiene menos deuda que otros actores importantes y tiene garantías para pagar en caso de necesitar un préstamo. Copa indicó que mantiene una sólida posición financiera, con bajo apalancamiento y alta liquidez. Aun así, decidió reducir la capacidad en 80% en abril y no ha descartado un cierre temporal de todas las operaciones. Sus acciones han caído 74% este año.
“Estimamos que Copa es la única aerolínea capaz de llegar a fines del 2020 con el efectivo restante en un escenario de cielos cerrados, sin tener que recaudar deuda adicional”, según escribió en un informe Rogerio Araujo, analista de UBS.
Las principales aerolíneas de Brasil están menos expuestas a los viajes internacionales que sus pares, ya que Gol recibe alrededor de 13% de los ingresos por pasajeros de viajes internacionales y Azul recibe aproximadamente una cuarta parte, según Cedric Rimaud, analista de Gimme Credit. Aun así, la dependencia de los viajes nacionales expone a las aerolíneas, cuyos costos principales son en dólares, a fluctuaciones monetarias. El real brasileño y el peso mexicano han caído 21% este año, la mayor cantidad en mercados emergentes después del rublo ruso, según datos compilados por Bloomberg.
Tanto Azul como Gol tienen liquidez “adecuada” para cubrir deuda a corto plazo, según Moody’s. Aun así, los bonos vinculados a las compañías alcanzaron mínimos históricos esta semana y los precios de sus acciones se han derrumbado. El bono de Azul en dólares para el 2024 cayó a 41 centavos por dólar frente a los 99 centavos de hace solo dos semanas.
La aerolínea más grande de la región, Latam, redujo 90% de los vuelos internacionales y redujo la capacidad nacional en 40%. El operador entró en la recesión con mucho efectivo, alrededor de US$ 1,500 millones, para cubrir aproximadamente US$ 1,000 millones en vencimientos a corto plazo, según Moody’s.
¿Por cuánto tiempo?
Para operadores de toda la región, se trata de cuánto durará la situación. A nivel mundial, se pronostica que la pandemia del coronavirus quebrará a la mayoría de las aerolíneas a fines de mayo a menos que los Gobiernos y la industria tomen medidas coordinadas para evitar tal situación, advirtió esta semana CAPA Center for Aviation, consultora de aviación.
Hasta ahora, funcionarios latinoamericanos, que ya están lidiando con los efectos de una economía mundial en crisis, han mostrado poco apetito para rescatar a las aerolíneas.
“Es difícil predecir cuánto durará el bloqueo y cuándo llegarán a su punto máximo los casos de coronavirus en Brasil y América Latina. Los gastos de personal y arrendamientos continúan, pero las aerolíneas han estado reduciendo su capacidad”, dijo Marcelo Cavalheiro, socio fundador de Safari Capital, con sede en Sao Paulo. “Están haciendo todo lo que pueden, pero la situación es muy complicada”.