En marzo, de la noche a la mañana, Bigbox se quedó sin inventario de experiencias para vender. Todas estaban cerradas por la cuarentena en los distintos países donde opera (Perú, Argentina, Uruguay, Chile y México). Para eso, en menos de dos semanas Bigbox sumó 500 experiencias digitales para disfrutar en casa —como cursos online, espectáculos y comida gourmet— a las 3.000 que ya tenía. “Es como toda crisis, siempre hay oportunidades”, asegura el CEO de la compañía, Gastón Parisier.