El presidente de la francesa Cartier, Cyrille Vigneron, advierte de un “sobrecalentamiento” en el sector de los productos de lujo, debido a la fuerte recuperación de la economía en algunos mercados y la lenta reanudación de la producción.
La recuperación “muy fuerte y rápida” de la demanda “nos ha sorprendido”, con períodos de recalentamiento el verano del año pasado “e incluso actualmente”, señala Vigneron en una entrevista que publica el diario Le Journal du Dimanche.
Vigneron destaca especialmente la recuperación, tras los cierres obligados por la pandemia, que ha sido “muy robusta” en China y “bastante rápida” inicialmente en Estados Unidos, y después en prácticamente todos los países”.
Reconoce que, igual que otros sectores de la economía, les están afectando las tensiones en el aprovisionamiento de las materias primas, y su influencia en un proceso de producción lento, como es el de su compañía.
Sin embargo, recalca que actualmente la cadena de aprovisionamiento está más afectada por las cuestiones sobre lo que es “aceptable o tolerable” en cuestiones ambientales o éticas.
Por ejemplo, explica que el 95% del oro que consume procede el reciclaje en Europa (y pronto será el 99%), debido a que la extracción de este mineral es “extremadamente contaminante”.
Aun así, destaca que siguen apoyando minas cuyas actividades de extracción y condiciones sociales “están certificadas por organismos independientes, como en Perú”, igual que, para los diamantes, solo trabajan con países que participan en el proceso Kimberley.
Cartier es parte del grupo de productos de lujo Richemont, basado en Suiza, que incluye marcas como Van Cleef, Montblanc, IWC o Piaget. En el año fiscal que concluyó el pasado 31 de marzo, el grupo registró un volumen de negocio de 13,144 millones de euros (-8%) y un beneficio de 1,289 millones (+38%).