El fabricante de automóviles francés Renault tomó medidas para pausar la producción en su planta de Moscú, rompiendo filas con otras grandes empresas francesas que han desafiado la presión para seguir operando en Rusia.
La junta directiva de la compañía votó el miércoles por la noche para suspender las actividades en la planta de Renault en Moscú.
La decisión se tomó horas después de que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyi dio un emotivo discurso por video ante el Parlamento donde pidió a las empresas francesas dejar de apoyar indirectamente la guerra contra Ucrania con su presencia en Rusia.
Decenas de multinacionales han reducido sus operaciones en Rusia, en medio de sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados occidentales destinadas a paralizar la economía rusa.
Pero algunas empresas francesas se niegan a irse, lo que subraya cómo a menudo es un motivo de orgullo para Francia —y sus compañías— ser más independientes de Estados Unidos y el Reino Unido en lo que respecta a la política hacia Moscú. Es una postura que ha comenzado a desmoronarse a medida que avanza la guerra.
El gigante de mejoras para el hogar Leroy Merlin, la cadena de supermercados Auchan y el minorista de artículos deportivos Decathlon se encuentran entre las marcas de alto perfil que se niegan a detener sus negocios en Rusia.
La compañía energética francesa TotalEnergies anunció hace días que dejaría de comprar petróleo ruso, pero advirtió que una retirada precipitada solo enriquecería a los socios rusos.
Renault dijo que no se retirará de inmediato, sino que simplemente “evaluará las opciones disponibles, teniendo en cuenta el entorno actual, mientras actúa de manera responsable con sus 45,000 empleados en Rusia”.
Por otra parte, el jueves, supuestos hackers de Anonymous afirmaron haber tumbado los sitios web de Auchan, Leroy Merlin y Decathlon en Rusia. Todos los sitios aparecieron fuera de servicio parte del día.