La pandemia impulsó la búsqueda de casas de campo cerca de Lima. “La gente vio una oportunidad para respirar aire puro, sobre todo durante el confinamiento”, dice José Carlos Villalobos, CEO de Asia del Campo. Hoy se venden alrededor de 350 lotes en el lapso de un año y medio o dos, seis meses más rápido que antes de la crisis sanitaria, y el 30% de los pagos se da al contado.