En mayo se ha visto una mejora marginal en las expectativas de las empresas sobre la economía, pero estas aún siguen bastante pesimistas, y eso implica que se está pensando en un estancamiento económico. Estas perspectivas estarían vigentes este año, pues están directamente vinculadas a la poca estabilidad que genera el gobierno, señaló Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult.
Según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), 14 de los 18 indicadores de situación actual y de expectativas empresariales mejoraron en mayo con respecto a su nivel en abril; son solo seis los que están en el tramo optimista. De estos índices, entre los más rezagados están las perspectivas sobre la economía a tres meses y 12 meses con índices de 36 y 42, respectivamente (nivel neutral es de 50).
“Es un pesimismo mayúsculo el que tienen las empresas sobre lo que le espera a la economía. Esto es reflejo de las señales que da el gobierno, una debilitada gestión pública con ministros que no están capacitados para el cargo, y una conflictividad social como la que se ve ahora en minería, la cual no está siendo afrontada como se debería. Esto es principalmente por cómo está actuando el Ejecutivo, en medio de un marco externo adverso con una inflación importada”, dijo Cuba a Gestion.pe.
Juan Carlos Odar, economista y director de Phase Consultores, destacó que, a pesar del pequeño rebote respecto al piso de abril, casi todos los indicadores, con excepción de uno, están por debajo de su nivel de marzo (expectativas de inversión a 12 meses están al mismo nivel, mas no por encima).
“La economía no solo se percibe mal, sino que hacia adelante se espera que esté fría, pues el ánimo de los empresarios está caído, y parece que no va a ser fácil mejorarlo. No hay disposición de gobierno a dar mejores señales al sector privado, y se ve que escalan los problemas en el sector minero”, comentó.
Además, dijo que más allá de que el escenario externo es adverso para todo el mundo, la respuesta por parte del gobierno es deficiente con un costo fiscal elevado (en referencia a las exoneraciones de IGV e ISC), y esto no da confianza al sector privado”, apuntó.
Odar señaló que las expectativas sobre la economía a 12 meses van a seguir en niveles similares este año, e incluso menores, y que para el 2023 la situación podría tener un retroceso más acentuado.
“Si bien en el primer trimestre se creció 3.8%, y probablemente en abril se vea una tasa de 2%, en términos desestacionalizados, la economía ya ha venido cayendo, y eso se va reflejando en las expectativas de las empresas. Si no hay cambio radical desde el gobierno, no hay margen de mejora este año”, advirtió.
Agregó que para el 2023 podría ser peor, porque no hay grandes proyectos, o algún soporte al consumo como los retiros de los fondos previsionales. “Las expectativas son las que gatillan la inversión, si se prevé una economía lenta no hay incentivo de las empresas a aumentar su capacidad productiva”, anotó.
Por su parte, Cuba mencionó que lo único que podría mover un poco las expectativas, de corto plazo (tres meses), este año son los retiros de los fondos de pensiones. Sin embargo, cuando esto se disipe, no hay alguna razón por la que se piense en un cambio en las perspectivas de las empresas.
“Para el siguiente año las expectativas, como ahora, van a estar sujetas a lo que suceda desde el gobierno. Si Castillo dura todo su periodo es posible que se mantengan los niveles planos. Por primera vez en muchos años estas dependen básicamente de la estabilidad del gobierno, y no tanto de políticas macroeconómicas o fiscales. Ya se ha observado un crecimiento de puestos informales, incluso en empresas formales, señal de que no están seguros de que la demanda es sólida para poder contratar”, manifestó.
Dato
- El índice desestacionalizado de la producción nacional de marzo 2022 registró una variación de -1.31%, respecto al mes inmediato anterior, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).