Los resultados oficiales mostraron lo que ya se venía informando desde hace meses y que el entonces ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, tardó en reconocer: el Perú entró en recesión en el 2023 tras caer 0.6% ese año, según la información del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Una manera de desagregar este resultado, es revisar cada trimestre, sobre todo para analizar la reciente tendencia que podría continuar en los primeros meses del año.
Los conflictos sociales y el fenómeno de El Niño golpearon duramente el primer trimestre del año pasado, por lo que la economía se contrajo 0.4% entre enero y marzo del 2023. Este impacto negativo no se diluyó y sumado a un deterioro de la inversión privada, continuó en caída: el producto bruto interno del Perú se contrajo 0.5% entre abril y junio; -0.9% entre julio y septiembre; y -0.4% en el último tramo del 2023.
De hecho, el resultado del cuaro trimestre demostró que las festividades de fin de año no movieron la aguja de la economía en ese periodo y las expectativas empresariales en tramo negativo tampoco ayudaron. Todo ello, se vio reflejado en una demanda interna contraída.
“Por el lado de la demanda interna se registró una caída de 0.5% interanual en el cuarto trimestre de 2023. Este resultado se explica por la caída de la inversión privada, el débil crecimiento del consumo privado y la fuerte desinversión de inventarios. Esta tendencia negativa fue atenuada por el incremento del gasto público”, explica el BCRP.
En línea con el resultado del crecimiento económico, la demanda interna lleva cuatro trimestres en negativo. Esto, llevo a que este indicador retroceda 1.7% al cierre del 2023.
Para el verano del 2024, las expectativas es que la economía mejore, siendo febrero un mes clave. El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, adelantó que la primera mitad del año, las cifras positivas provendrían de un “rebote”, mientras que la segunda parte del 2024 es cuando se podría hablar de recuperación económica.
En enero del 2024 el crecimiento sería inferior al promedio de todo el primer trimestre; en el caso de febrero, se proyecta que se alcance la mayor tasa de expansión del primer trimestre; y en marzo, las estimaciones indican que los feriados que se tendrían por Semana Santa podría jugar en contra del avance que se espera pues habrán dos días laborales menos que en el primer trimestre del 2023.