La agencia de calificación de riesgo Moody’s advirtió este lunes de los posibles efectos negativos en la balanza fiscal de Estados Unidos como consecuencia de las medidas de estímulo del Gobierno federal para paliar el Covid-19 y aseguró que el déficit podría pasar del 4.6% del Producto Bruto Interno (PBI) a cerca de un 15%.
En una nota, Moody’s expresó que la fuerte respuesta al coronavirus mitigará el golpe al crecimiento, pero exacerbará los riesgos fiscales a medio plazo.
Según la agencia, la respuesta de la política fiscal y monetaria de Estados Unidos a la crisis del Covid-19 “ha sido agresiva en tamaño y alcance”, especialmente en comparación con la crisis financiera global de 2008.
Moody’s señaló que espera que estas medidas ayuden a limitar la profundidad del choque económico y expresó que los riesgos para el crecimiento son altos, debido a que se producirán tasas potencialmente altas de desempleo y un importante cierre de negocios, que además se conjugarán a su juicio con sacudidas financieras y debilidad externa “que podrían generar una dinámica recesiva”.
“Como resultado del gran aumento en el gasto de estímulo fiscal y la probable disminución marcada de los ingresos debido a la contracción económica y el aumento del desempleo, esperamos que el déficit fiscal federal de 2020 alcance casi el 15% del PBI en 2020, desde el 4.6% en 2019”, dijo en el comunicado el vicepresidente de Moody’s, William Foster.
Foster agregó que, a largo plazo, un aumento sustancial del gasto público federal en programas asistenciales o de derechos relacionados, por ejemplo, con la edad, combinado con un aumento de la factura de intereses y una recaudación de ingresos relativamente menor “ejercerá una presión continua sobre el déficit fiscal del gobierno”.
El paquete de estímulos, prosiguió Moody’s, es a su juicio “sustancial” en estándares históricos, pero “solo proveerá apoyo limitado a la economía teniendo en cuenta la profundidad de la crisis”.
Según las previsiones de la agencia de riesgo, el desempleo en Estados Unidos alcanzará entre un 9 y 16% en el segundo trimestre, producido por la escalada de cierre de negocios como consecuencia de la contracción en la demanda.
“Los pronósticos indican una probabilidad significativa de mayores despidos en los próximos meses en el sector servicios, lo que potencialmente mantendrá la tasa de desempleo significativamente alta”, apuntó Moody’s.
Con respecto a la política monetaria, la agencia de riesgos opinó que la bajada de los tipos de interés llevada a cabo por la Reserva Federal de Estados Unidos ayuden a mantener las condiciones financieras más flexibles y garantizar que los mercados de crédito no se congelen.
Moody’s espera que la Fed mantenga los tipos cerca de cero hasta 2022 para garantizar que los costos de los préstamos se mantengan muy bajos y que de esta forma se pueda afianzar la recuperación económica.
Por último, expresó que sus expectativas es que las medidas de contención de la pandemia y los confinamientos sean efectivos y concluyan para el final del segundo trimestre del año, es decir, junio, con la relajación de medidas de distanciamiento social y la normalización de la actividad económica para la segunda mitad del año.
“La política de respuesta del gobierno jugará un rol fundamental en la limitación del daño a la economía y sentará las bases de la recuperación si al apoyar el poder adquisitivo de los hogares y la reanudación gradual del gasto del consumidor en el tercer y cuarto trimestre del año”, concluyó Moody’s.