La transición energética es la tendencia hacia futuro, y si se piensa commodities, el cobre el más beneficiado con este proceso pues es fundamental en todo lo relacionado con energía renovable, señaló Martín Meninato, director general & socio en Boston Consulting Group (BCG).
“Desde el punto de vista de la demanda el cobre es claramente el principal ganador con esta tendencia. Para todo lo que es energía renovable, redes de electricidad, baterías de autos, entre otros, este metal es el gran favorecido. En cuanto al oro y plata, si bien no son tan beneficiados, tampoco son los más perjudicados”, dijo en el en el 14 Simposium Internacional del Oro, Plata y Cobre.
Meninato señaló que hay una presión sin precedentes hacia la toma de acciones bajo los estándares ESG, en donde empresas, inversionistas y gobiernos se están comprometiendo a afrontar el impacto del cambio climático. Esto a la par de cada vez más consumidores que están dispuestos a pagar más por energías renovables.
Mencionó que la coyuntura actual de guerra entre Rusia y Ucrania es un factor que acelera la transición, pues la Unión Europa está tratando de reducir la dependencia energética que se tiene del gas y petróleo ruso.
Si bien las perspectivas sobre el uso de fuentes de energías más “amigables” con el medioambiente surgen a favor del precio del cobre (Perú es el segundo productor a nivel mundial), también trae consigo desafíos para las economías, y en particular para sectores como el minero.
Desafíos
Los inversionistas están mirando la problemática del cambio climático de manera más crítica, pues hay fondos que tienen métricas ESG. Asimismo, hay una opinión pública más consciente sobre ello. Todo esto llevará a que las empresas lo tengan que tomar esto en cuenta, pues ahora el impacto en la sociedad es parte su valor y crecimiento, según Meninato.
“Mi visión personal es que la industria minera ha tenido esta visión hace más tiempo que otras, porque sus operaciones están vinculadas a la relación con comunidades y el cuidado del agua”, anotó.
El representante de BCG indicó que uno de los focos de acción principales es reducir o sustituir el consumo de diesel en las operaciones. “El gran desafío ahí está en inclusión de nuevas tecnologías, que lleven al uso de, por ejemplo, hidrógeno. Hay todavía un camino para recorrer para esto sea económica y tecnológicamente viable”, agregó.
Al respecto, David Clarry, vicepresidente de Responsabilidad Social Corporativa, Hudbay, mencionó que este es un tema más a largo plazo, pues hay un ciclo de reemplazo de equipos que toma tiempo.
“En las flotas de las operaciones en tajo abierto, que se ven en Perú, aún no existen equipos comercialmente disponibles con emisiones reducidas. Se consideran entonces oportunidades en el corto plazo como equipos convencionales usados de manera más eficiente, y tal vez en el futuro ver que desarrollos vinculados al hidrógeno. En la industria se debe analizar el ciclo de remplazo de equipos, y estructurar las inversiones para cuando las nuevas tecnologías estén disponibles”, afirmó.
En cuanto a emisiones indirectas, indicó Meninato, las empresas del sector deben tener mayor foco en la utilización de energía eléctrica renovable.
“En el Perú es un desafío interesante, porque tiene la ventaja o desventaja de tener la fuente de gas de Camisea. Esto hace que sea más difícil competir en costos para las energías renovables”, manifestó.
Asimismo, es importante que se incorporen indicadores de sostenibilidad confiables y transparentes a lo largo de la cadena de valor, según Meninato. “La velocidad del cambio va a ser muy importante hacia los próximos años”, apuntó.
Acciones
El representante de BCG señaló que hay un rol clave del gobierno pensando hacia futuro, el cual es el de establecer “reglas del juego” claras conforme a los objetivos de sostenibilidad a largo plazo, en donde debe haber normas y tener claro cómo va a aportar cada industria. “Esto va a permitir que las inversiones se concreten”, agregó.
Asimismo, indicó que parte de las acciones se deben enfocar en aumentar inversión en investigación y desarrollo en el sector, ya sea directamente del gobierno o incentivando al sector privado.
“Así se puede acelerar el escalamiento de algunas iniciativas o productos verdes, o crear condiciones favorables para los proyectos”, puntualizó.