El gobierno chileno presentó este lunes un plan por US$ 5,500 millones para reactivar la economía, que en octubre se desplomó 3.4% debido a la crisis social que golpea al país desde hace 46 días, informó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
“Enfrentar la difícil situación exige de la acción del Estado a través de una política fiscal expansiva para el año 2020. Esta agenda que hoy anunciamos considera medidas por US$ 5,500 millones”, dijo el ministro en un mensaje en la casa de gobierno, el mismo día de que el Banco Central informó una caída de la actividad económica en octubre de 3.4%, la peor en una década.
El programa contempla un mayor gasto público en el 2020 por US$ 3,025 millones, medidas de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas por US$ 1,950 millones y otras iniciativas por US$ 525 millones, que en conjunto deberían generar 100,000 nuevos empleos.
Las medidas implicarán un aumento real del gasto público el próximo año de 9.8% en comparación al 2019, mientras que el déficit fiscal se elevará hasta 4.4% del PBI.
"Como cualquier hogar chileno que se enfrenta a una adversidad imprevista, recurriremos a nuestros ahorros y a nuestra capacidad de endeudamiento, aunque conscientes de que ambos elementos tienen límites que no se pueden sobrepasar. Esto podemos hacerlo gracias a años de responsabilidad fiscal de todos los gobiernos", dijo Briones.
Ante este escenario, el gobierno agregó que las necesidades de financiamiento para el próximo año se estiman US$ 16,600 millones, que se financiarán con emisión de deuda por hasta US$ 9,000 millones, 40% de la cual será en moneda extranjera, complementado con unos US$ 7,600 millones que provendrán de los activos del tesoro en moneda extranjera.
El anuncio se produjo el mismo día que el Banco Central reveló una caída de 3.4% en la actividad económica de octubre, mes del inicio del extendido estallido social que se salda hasta ahora con 23 muertos, miles de heridos, incendios y locales comerciales saqueados y destruidos.
La caída, la peor en una década, superó ampliamente las proyecciones oficiales y del mercado, donde se había anticipado un descenso en torno al 1%.
El brusco descenso llevó también a las autoridades a corregir a la baja sus estimaciones de expansión del PBI para el 2019 a 1.4% desde uno previo de 2.5%, y también para el 2020, el que se redujo a un rango de entre 1% y 1.5%.
Tormenta perfecta
La crisis social comenzó el 18 de octubre, con protestas estudiantiles contra el aumento en las tarifas de ferrocarril metropolitano y escaló hasta convertirse en la revuelta social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las manifestaciones se volvieron diarias y han derivado en violentos enfrentamientos con la policía, saqueos e incendios, obligando a cerrar negocios, en especial los céntricos, mientras que los grandes centros comerciales funcionan con horarios restringidos.
La organización de grandes eventos debió ser cancelada a causa de la crisis social, como ocurrió con el encuentro de líderes del Foro Económico Asia Pacífico (APEC), la Conferencia del Clima de la ONU COP25, que se trasladó a Madrid, y la final única de la Copa Libertadores, que finalmente se jugó en Lima.
"El cuadro es una tormenta perfecta" que arrecia sobre la economía, dijo el economista Francisco Castañeda.
La crisis provocó "una desaceleración muy brusca del crecimiento y el cuarto trimestre tendrá números negativos. La tasa de desempleo mostrará un alza y la banca ya empezó a restringir créditos", complicando el panorama de cara al próximo año, agregó el analista de la Universidad de Santiago (Usach).
Un reporte del Scotiabank afirma que la economía local "habría perdido dos años de crecimiento en tan solo dos semanas".
El peso chileno también se ha visto fuertemente impactado. Este lunes, en que comenzó una intervención inédita en el mercado cambiario por US$ 20,000 millones, la moneda local se recuperó 0.5%, para cerrar a 805.24 unidades por dólar.
Las manifestaciones se mantienen
A 46 días del inicio del estallido social, las protestas se mantienen. Este lunes, decenas de jóvenes realizaron nuevas evasiones en distintas estaciones del metro de Santiago, tal como el 18 de octubre, cuando arrancaron las manifestaciones.
Los jóvenes, la mayoría vestidos con uniformes escolares y con pañuelos en el rostro, salieron de uno de los trenes del metro en la estación Los Héroes, una de las más importantes del centro de Santiago, y abrieron las puertas de ingreso a los andenes para que los usuarios entraran sin pagar, constató un periodista de la AFP.
Luego, los manifestantes treparon a los torniquetes al grito de “¡evadir, no pagar otra forma de luchar!” y volvieron a ingresar a otro tren.