La pandemia ha retado al sistema, evidenciando que lo digital no solo es relevante para hacer más eficientes a los negocios, sino también para brindar los servicios más básicos que requiere la ciudadanía. Esta es la clave para impulsar el desarrollo del país, bajo la nueva normalidad, apuntó la presidenta de IPAE, Elena Conterno.
“Se trata de identificar juntos la agenda que, desde el Estado, el sector privado y la academia debemos impulsar para lograr que lo digital nos incluya y traiga bienestar a todos los peruanos. Trabajemos en ello”, apuntó durante la CADE Digital.
La primera sesión del evento, llamada “La ruta de colaboración hacia la transformación digital del Perú”, contó con la participación de Marushka Chocobar, Secretaria de Gobierno Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros, y Rafael Muente, Presidente del Consejo Directivo Osiptel, y fue dirigida por Lieneke Schol.
Durante la presentación, los especialistas coincidieron en que se han dado avances normativos que permiten mejorar la conectividad del país, como la publicación de la Ley de Gobierno Digital y la creación del Sistema Nacional de Transformación Digital, que promueven la colaboración de entidades públicas y privadas para que la tecnología se ponga al servicio de las necesidades de la ciudadanía.
“Tenemos que diseñar servicios digitales empáticos, que se pongan en el lugar de las personas para canalizar la accesibilidad para todos y que estos sean incluidos. Quienes diseñamos los servicios digitales debemos respetar los niveles de conectividad del país, crear plataformas sencillas y amigables para la población”, recomendó Chocobar.
Para los peruanos, esto se traduce en una mayor facilidad y acceso a servicios de calidad que merecen como: uso de billeteras digitales para la entrega de bonos, trámites más ágiles, procedimientos administrativos, entre otros.
Sin embargo, esto será imposible si no se promueve también la alfabetización digital que permitirá a la ciudadanía asumir los beneficios de la transformación digital. Para ello, es imperativo promover las competencias digitales entre la población, incluso desde la educación básica.
“Todo esto implica ejercer nuestra ciudadanía digital. En la medida de que un ciudadano le dé apertura a la tecnología en su día a día, porque le genera valor, estamos fortaleciendo el impulso al talento digital alrededor de una ciudadanía más informada y empoderada, que no solo utilizará los servicios digitales, sino que exigirá que sean mejores, sencillos y confiables”, señaló la funcionaria.
Por su parte, Rafael Muente recalcó que la conectividad en el Perú ha dado un gran salto en los últimos años. Del 2% de hogares rurales con acceso a internet en el 2012 hemos pasado a más del 40%, de acuerdo a Encuesta Residencial de Servicios de Telecomunicaciones (Erestel) 2019.
“Hay avances muy importantes en la conectividad de los peruanos, pero también existen retos. Por ejemplo, hay trabas por parte de gobiernos locales y los propios ciudadanos para la instalación de infraestructura. Necesitamos construir confianza y comunicación cercana. No podemos tener conectividad, y todos los avances que esta trae, sin el compromiso de todos los estamentos del Estado y el sector privado”, añadió.
Finalmente, ambos especialistas expresaron su deseo de que, en el 2030, el Perú sea un país totalmente interconectado, con acceso a internet de alta velocidad en todo el territorio nacional, servicios digitales de calidad y una ciudadanía capaz de aprovechar sus beneficios. Esto solo será posible con el compromiso del sector público y privado en un ecosistema de libre competencia.