El corredor minero del sur es protagonista de dos nuevos bloqueos que afectan el transporte del concentrado de cobre, esta vez perjudicando a las empresas mineras Antapaccay, Hudbay y Las Bambas, que en conjunto representan un 30% de la producción nacional de este mineral.
El primer bloqueo se inició el último lunes, en la comunidad de Huisapata, en la provincia de Espinar, en la región Cusco, donde los pobladores cerraron la vía, en protesta al retraso en el asfaltado de del tramo Yauri – Tintaya Marquiri – Condoroma, responsabilidad del consorcio vial Sicuani II. Este cierre impacta a las mineras Antapaccay, Hudbay y Las Bambas.
El segundo punto en conflicto se sitúa en el distrito de Colquemarca, provincia de Chumbivilcas, también en el departamento del Cusco. La medida de fuerza se inició en horas de la mañana de hoy, pero fue suspendida hasta el 25 de octubre, tras el otorgamiento de una tregua al Gobierno, explicó a Bloomberg, Juan Ahuate Samata, líder de la comunidad indígena Pulpera Condes.
“Si las autoridades no llegan el 25, vamos a hacer un paro indefinido contra el presidente”, agregó Ahuate Samata.
En ambas situaciones, el reclamo de los comuneros es en contra del Gobierno de Pedro Castillo. En Chumbivilcas se reclama el incumplimiento en el financiamiento de 15 proyectos de saneamiento básico y educación. Además, de la entrega de presupuestos para los distritos, entre otros temas que están pendientes de solución.
Por su parte, el MTC señaló que, para el caso de la obra en Espinar, es imposible efectuar una intervención oportuna y rápida en la vía como solicita la comunidad, pues el Consorcio Sicuani II se encuentra en un proceso arbitral y presenta una medida cautelar.
Cabe precisar que, de las tres empresas, es Minera Las Bambas, la cual desde el inicio de sus operaciones en el 2016, ha experimentado más de 500 días de bloqueos en el corredor vial sur.
Los cierres más prolongados datan del 2021, cuando se registró más de 100 bloqueos forzando la paralización de operaciones de la minera. Asimismo, este año, seis comunidades de Challhuahuacho, en la región Apurímac, también paralizaron la actividad de la compañía por más de dos meses.
Con información de Reuters y Bloomberg.