El BID Invest prevé que apoyará al sector privado del Perú con inversiones por aproximadamente US$635 millones. De estos, US$260 millones se darán a través de operaciones de mediano y largo plazo en los sectores de infraestructura, corporativo y financiero, además de otorgar líneas de financiamiento de corto plazo para comercio exterior y cadenas de valor por US$375 millones.
Pero, el brazo de inversión en el sector privado del Grupo BID tiene más planes para el país. BID Invest buscará dar ofertas financieras a los futuros concesionarios de los proyectos bajo modalidad de Asociaciones Público Privadas (APP) de la cartera de Proinversión.
“De la licitación sale una empresa concesionaria que invierte y construye el proyecto, y ellos buscan la financiación. Nosotros cuando se está licitando, damos ofertas financieras a distintos potenciales concesionarios y esa es la forma (de trabajo). Nos encantaría participar en todos (los proyectos), pero obviamente hacemos un análisis y dependiendo quién gane (...) puede que algunos no necesiten (el financiamiento). El concesionario tiene que cumplir nuestros estándares, éticos sobre todos”, subrayó a Gestión Gema Sacristán, Directora General de Negocio de BID Invest.
Hay que recordar que para este año, Proinversión prevé adjudicar tres proyectos: Ferrocarril Huancayo - Huancavelica, Subestación Chincha Nueva y Nazca Nueva. De hecho, Proinversión prevé adjudicar 14 proyectos de APP hasta julio del 2021 y proyectos en activos por un monto de inversión ascendente a US$2,800 millones de dólares. Además, se está buscando conseguir la declaración de interés de ocho proyectos adicionales que significarían una inversión aproximada de US$3,000 millones.
“Creemos que el desarrollo de la infraestructura es una buena oportunidad para potenciar la recuperación de la economía postpandemia. La infraestructura está muy relacionada con la creación de empleo y desarrollo”, dijo. Sacristán explicó que el BID Invest está jugando un rol contracíclico relevante “cuando ocurren este tipo de circunstancias (crisis) y probablemente cuando hay menos apetito por tomar riesgo, menos bancos interesados”.
Aún así, identificó algunas oportunidades y retos que el Perú debe tomar y afrontar para impulsar la infraestructura como un motor de reactivación económica. Sacristán refirió que al sector privado le gustaría ver reglas estables, fortalecimiento institucional y estandarización de procesos.
“Para cualquier inversión que se respeten las reglas de juego, sobre todo para infraestructura. El reciente fallo del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la ley de peajes es una señal positiva para los inversionistas privados”, explicó.
Agregó que, en el área de fortalecimientos institucional, el Estado debe acompañar la implementación de los proyectos de infraestructura. Y subrayó que en el país se debe hacer un esfuerzo importante en la entrega y saneamiento de terrenos; y contar con mecanismos de contratación estándar.
Desde el lado de las oportunidades, Sacristán consideró que el modelo de Asociaciones Público Privadas (APP) actual tiene que cambiar un poco para acercarse más a las mejores prácticas de otros países, incluidos los de la región. “En el modelo de APP que ha habido hasta ahora, el Estado retiene una parte importante del proyecto, que básicamente tiene que ver con el riesgo del completamiento de esos proyectos. Y la realidad es que los estándares internacionales al día de hoy equilibran un poco más el riesgo y los concesionarios asumen ese riesgo, vía lo que el mercado llama normalmente los esquemas de pago por disponibilidad. El riesgo no lo toma solo el Estado, sino los concesionarios. Entonces, vemos una gran oportunidad ahí”, dijo.
Agregó que también hay un espacio importante para dar entrada a los mercados de capitales y sobre todo a los inversores institucionales. Puntualizó que “hay una oportunidad para que actores relevantes del propio mercado, y no solo la banca, tome este tipo de riesgos”.
Entidad será accionista de Caja en el país
BID Invest otorgó en medio de la pandemia un préstamo por US$ 100 millones (a 8 años de repago y 4 años de gracia) a Cálidda. “No olvidemos que este cliente está muy servido por la banca local, pero el panorama ha cambiado un poco”, resaltó. Y, se otorgó un financiamiento de US$ 30 millones a la Red Vial 4 en el norte del Perú con miras a la construcción de 70 kilómetros nuevos.
¿Qué se viene? Aunque la ejecutiva no adelantó el nombre de las compañías, dio a conocer que el banco invertirá en equity en una de las cajas municipales más importantes del país, y se volverá accionista. Así también, con otra caja se está trabajando en el primer bono social de género en el Perú (el tercero en América Latina). Incluso se está coordinando con un hotel y apoyo a un programa de comercio exterior.