A poco de terminar la cuarentena, pero con la crisis generada por el COVID-19 sin fecha de término, los peruanos han cambiado muchos de sus hábitos, costumbres e incluso prioridades. Un último estudio de la consultora Activa reporta que, de cara a la crisis, los peruanos optan por dejar de lado ciertos pagos o incluso planes y proyectos.
Así, a la consulta ¿en qué tipo de productos y servicios se están priorizando los gastos, dada la crisis del COVID-19 y crisis económica?, la prioridad principal es la compra de alimentos, seguido del pago de las cuentas de servicios básicos como luz agua, gas, telefonía, y los gastos de salud y medicamentos (ver infografía)
Para Jorge Benito, country manager de Activa Perú, lo que muestra la encuesta es que tras dos meses de iniciada la cuarentena la prioridad del peruano es cubrir necesidades básicas, y los pagos de tarjetas o incluso pagos en educación han quedado en segundo plano.
“Hay familias que han dado de baja a sus hijos en colegios privados y han destinado ese monto al pago de gastos básicos. Lo mismo ha pasado con servicios como Netflix y la televisión por cable que ya no son prioritarios”, precisó el ejecutivo.
Esta situación, explica Benito, deviene de los problemas que está enfrentando el peruano, ya que a la consulta de cuáles son las principales dificultades en el hogar en el periodo de emergencia, la imposibilidad de trabajar es la principal, mención que ha crecido desde la última encuesta realizada por Activa.
Así, mientras que el 19 de marzo este problema lo decía tener un 63.3% de los encuestados, el 18 de mayo lo afirma el 69.9%. Asimismo, el 67.1% refiere que ha tenido problemas de abastecimiento en el hogar, 11 puntos porcentuales más que marzo, lo cual no obedece a temas de stock en el punto de venta. “El problema se da por la falta de dinero que han tenido los peruanos para adquirir los productos”, sostiene el experto.
El estrés y aburrimiento también figuran entre los problemas que enfrentan los peruanos. El primero con un 51.7% de menciones en mayo, mientras que en marzo solo se sentía estresado el 35.8%.
A esto se añade que, a nivel de percepción económica personal, la situación se ve crítica. Un 54.8% la considera mala y muy mala, y un 38.9%, regular. Esto es más crítico si lo vemos por NSE ya que en el C la negatividad es de 46.6% y en el D y E sube a 63.9%.
“En los niveles C, D y E se ha dado afectación por el lado de las pymes y mypes y también por la suspensión perfecta de labores. Se ha dado un número alto de profesionales independientes que no la están pasando bien”, precisó.
Proyectos en espera
Y si bien en los siguientes meses la nueva etapa de “normalidad” que viene con la convivencia del COVID-19 llevará a los peruanos a no salir a reuniones sociales, sino quedarse en casa en reuniones eventuales, lo que haría suponer que el consumidor invertirá en mejorar su hogar, lo cierto es que esa es la principal inversión que se postergará (51.6%).
“También están los emprendimientos. Hoy ante la situación económica que se presenta no se tiene para invertir, no hay consumo y los trámites para hacer un negocio se vuelven más engorrosos”, comentó Jorge Benito.