El Ejecutivo publicó este jueves la Política Nacional de Acuicultura (PNA), con el objetivo de aumentar la competitividad, la inversión y la innovación tecnológica de la actividad acuícola en el Perú.
A través del Decreto Supremo Nº 001-2023-Produce, difundido hoy en Normas Legales del diario El Peruano, se indica que la Política Nacional de Acuicultura al 2030 es de cumplimiento obligatorio y aplica a las entidades de la administración pública en todos los niveles de gobierno y en el marco de sus competencias.
Con respecto a las empresas que conforman la actividad empresarial del Estado, su aplicación se da solo en aquello que le resulte aplicable.
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Esta política está a cargo del Ministerio de la Producción (Produce) que tiene las facultades de conducción, coordinación, regulación, supervisión y evaluación respecto a las entidades públicas del ámbito nacional y regional con responsabilidad en la prestación de los servicios y actividades operativas comprendidos en la Política Nacional de Acuicultura al 2030.
Según la norma, la Política Nacional de Acuicultura al 2030 tiene cinco objetivos prioritarios:
- Fortalecer la gestión pública para el desarrollo de la competitividad de la cadena de valor de la acuicultura.
- Aumentar la capacidad en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I).
- Incrementar la inversión en los factores habilitantes en la cadena de valor del sector acuícola.
- Consolidar la participación de las empresas acuícolas en el mercado.
- Fortalecer la sostenibilidad de la acuicultura.
El decreto también menciona que se implementa a través de diferentes planes del Sistema Nacional de Planeamiento Estratégico, con la participación de las entidades involucradas.
El Ministerio de la Producción, por medio del Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura, articula la Política Nacional de Acuicultura al 2030, y efectúa el seguimiento y evaluación de esta en concordancia con las directivas del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan).
La implementación de la Política Nacional de Acuicultura al 2030 se financia con cargo al presupuesto institucional de las entidades involucradas, sin demandar recursos adicionales al Tesoro Público.
Con la aprobación del PNA se espera que al 2030 la acuicultura peruana sea más competitiva, sostenible, resiliente al cambio climático y diversificada, incrementando el valor de sus ventas totales en más de un 100% y aumentando su porcentaje de participación en la producción acuícola de América Latina y El Caribe.
“La acuicultura se presenta como una nueva posibilidad de empleo para la población, en particular del medio rural, contribuyendo de esta manera a diversificar las actividades productivas y a incrementar la renta del campesino”, se lee en el documento.
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