El Banco Central de Reserva (BCR) recientemente redujo su tasa de referencia 100 puntos básicos a 1.25% en una sesión extraordinaria.
Esto ante una actividad económica local impactada temporalmente por los efectos de la pandemia del coronavirus y el aumento de la posibilidad de una recesión económica mundial en el primer semestre del año.
Dicha tasa de interés es la que el BCR fija a fin de establecer un nivel de referencia para las operaciones interbancarias que, a su vez, tiene efectos sobre las operaciones de las entidades financieras con el público peruano.
Sin embargo, esta tasa es nominal y no toma en cuenta la inflación, como sí lo hace la tasa de interés real que resulta de restar las expectativas de inflación a la tasa de referencia.
Tras el recorte de la tasa de referencia en gran magnitud, y con unas expectativas de inflación de 2.03%, la tasa de interés real cayó a -0.78%, con lo que pasó a terreno negativo, dijo el subgerente de Estudios Económicos de Scotiabank, Mario Guerrero.
En condiciones normales, la tasa de interés real debería ser positiva a fin de dar una buena señal, principalmente para el ahorro de las personas, que tendrían ganancias en términos reales, y también para la inversión, refirió.
Empero, señaló que en situaciones excepcionales los países reducen de manera importante las tasas de interés de referencia como una medida extrema y por un periodo corto.
“Mantener tasas de interés reales negativas sin afectar el ahorro a largo plazo no es sostenible en el tiempo, por lo tanto, y dada la naturaleza del impacto que estamos viviendo por el coronavirus, no sólo la autoridad monetaria peruana sino muchos bancos centrales en el mundo están tomando decisiones bastante agresivas”, sostuvo.
Están recortando de manera significativa sus tasas de interés y priorizando la provisión de liquidez en el corto plazo, dado que la naturaleza de la expansión del virus es temporal como lo han sido en el pasado un conjunto de epidemias, añadió.
Indicó que de esa manera se está reduciendo la tasa de interés real en varios países y está entrando en territorio negativo, como pasó hace poco en Perú que no reportaba una tasa real negativa desde julio de 2010, cuando aun se estaba saliendo de los efectos de la crisis financiera internacional.
Liquidez
Según el ejecutivo, este movimiento temporal refleja que la prioridad ahora es inyectar liquidez en la economía y evitar el rompimiento de la cadena de pagos.
Mientras la medida sea temporal no afecta los fundamentos macroeconómicos del país, el problema es cuando hay un prolongado periodo de tiempo con tasa real negativa, como es el riesgo que atraviesan las economías europeas, aseveró.
Dichos países registran una tasa nominal negativa que al descontarles la inflación esperada resulta en una tasa real aun más negativa, situación que están llevando por un período relativamente largo, agregó.
“En estos casos sí hay una implicación porque la tasa real negativa desalienta el ahorro, la gente pone su dinero en una entidad financiera y cuando el plazo del depósito obtiene menos de lo que había dejado inicialmente”, manifestó.
Y mientras menos ahorro tiene un país, con menos recursos cuenta para financiar alguna inversión, acotó.
Tasas a la baja
Guerrero señaló que incluso antes del coronavirus, ya había un sesgo a la baja en las tasas de interés tanto en soles como en dólares.
Se esperaba que la Fed (Estados Unidos) mantenga su tasa de referencia en la primera mitad del año y luego realice un recorte ante las menores expectativas de crecimiento global, y en Perú, que se continúe con una tasa nominal de 2.25%, pero el escenario cambió tras la expansión del coronavirus, expresó.
Es previsible que las tasas de interés tanto en soles como en dólares sigan con una trayectoria descendente que ya viene desde el año pasado, sólo que por una razón distinta, dijo.
“Los recortes que se hicieron el año pasado básicamente obedecían a los efectos de la guerra comercial entre EE.UU. y China, ahora los recortes fueron más agresivos porque si bien se trata de un shock temporal, su magnitud es incluso mucho más potente que el de la crisis financiera internacional”, declaró.
Perspectivas
Para Guerrero, el tiempo que se mantenga la tasa de interés real negativa va a depender de las medidas restrictivas que se tomen.
La mayoría de analistas coinciden en que la recuperación se dará en forma de “U”, esto es, con un primer trimestre afectado, un segundo trimestre que refleje los principales impactos del coronavirus y un tercer y cuarto trimestre con cierta recuperación, comentó.
“La tasa real juega con las dos variables, la tasa de referencia y la inflación esperada, si no se llega a modificar la tasa nominal, porque el BCR buscará asegurar que la economía se recupere para recién hacer algún movimiento, sí es probable que la inflación esperada se reduzca por las menores expectativas de crecimiento económico”, refirió.
Para la segunda mitad del año se podría tener una inflación esperada más baja que hará que la tasa real, que ahora está en -0.78%, vaya rumbo hacia terreno positivo, acotó.