El joven fotógrafo Ethan James Green comenzó su carrera en la moda como modelo para Calvin Klein y Marc Jacobs. Pero antes de cumplir 30 años, ya ha trazado un camino importante detrás de la cámara.
“El viaje no ha estado exento de desafíos, incluyendo acumular más de US$150,000 en deudas mientras demuestra su talento en rodajes para revistas pequeñas con presupuestos aún más pequeños”, recoge el portal Business Of Fashion (BoF).
Y como se dice, las cosas llegan en el momento preciso. “La salida a principios de 2018 de algunos de los fotógrafos más prolíficos y exitosos de la moda bajo una nube de acusaciones de conducta sexual inapropiada, incluidos Mario Testino , Patrick Demarchelier y Bruce Weber , creó una oportunidad para una nueva cosecha de talentos para asumir las sesiones y campañas más prestigiosas”, señala el portal.
A esto se suma el interés por hacer contenido con una visión más realista e inclusiva de la belleza para la revista. Y, los proyectos de Green coincidían con ello: “retratos íntimos en blanco y negro donde captura la belleza en personas que no encajan en ese molde de moda tradicional”, comenta BoF.
Así que antes de que Green llegara a Vogue, estuvo ocupado con retratos de Cindy Sherman para WSJ, del blogger de belleza Jackie Aina para Magazine, una selfie en su lujosa cama para Vanity Fair ; y del candidato presidencial demócrata Pete Buttigieg.
Hari Nef, la actriz y modelo transgénero, también se convirtió en una recurrente de su cámara. Nef se convirtió en la obsesión de la moda e, incluso firmó con Gucci . Y, los retratos que le hizo Green fueron publicados en su primera monografía: “Young New York”.
Entonces, el agente Jordan Hancock, de Management and Productions (MAP), vio las imágenes de Green y decidió firmar con él en 2016. "Si los fotógrafos Jamie Hawkesworth y Harley Weir fueron parte de la primera ola que trajo a personas reales con toda su crudeza a la fotografía de moda, Green es parte de una segunda ola: sus sujetos son extraños pero tienen un sentido innato del estilo porque no tienes que deshacerte de todo el glamour”, explicó a Bof el agente.
Las primeras comisiones publicitarias importantes que recibió Green se correlacionaron con su trabajo personal. Tanto él como Hancock tuvieron influencia en el casting para elegir modelos, incluso cuando trabajaban con clientes de grandes marcas como Adidas (primavera / verano 2017), Helmut Lang (otoño / invierno 2017) y Alexander McQueen (en curso desde 2017).
Las imágenes de Green aparecieron en Interview, Another Man , Vogue Hommes , L’Uomo Vogue , Self Service , iD , System , Candy y Arena Homme + , entre otros. “A menudo, las revistas proporcionaron poco o ningún presupuesto , con la expectativa de que él, como fotógrafo, cubriría el costo, que puede oscilar entre US$5,000 y US$30,000. Green acumuló alrededor de US$150,000 en deuda”, cuenta BoF.
Era una inversión que esperaba diera frutos e hiciera su trabajo más rentable y conocido. Así lo ha conseguido a través de campañas publicitarias para Louis Vuitton , Proenza Schouler , Lanvin, Prada, Fendi y Miu Miu.
A principios de 2018, Condé Nast se alejó de varios fotógrafos contratados. Y nombres como Inez & Vinoodh y Annie Leibovitz se hicieron más demandados, pero también nuevos talentos, incluido Tyler Mitchell , quien a los 23 disparó a Beyonce para el número de Vogue de septiembre de 2018. Entre ellos, Green.
Entonces, aquél que nunca había estado interesado en disparar a las celebridades, consideró un desafío digno alcanzar ese mismo nivel de intimidad a través de sus retratos con nombres conocidos.